'Raíz y Rama' visita Valladolid y a su alcalde
Crónica del éxito de “Raíz y Rama” en su gira por Valladolid y Madrid. Capitulo II
Capitulo II... Con un coche alquilado para hacer la ruta con mayor libertad, nos acercamos a la Villa del Libro, Urueña. Un día cultural y de sol. Visitamos el museo etnográfico de Joaquín Díaz...
Domingo 23
..., romances e instrumentos musicales. También el museo de campanas. Hicimos un recorrido por las calles medievales y de sabor de pueblo. Contactó Isabel con algunas librerías, con entrega en depósito de la revista “Raíz y Rama” y de otros libros suyos en la librería “Primera Página”, que regenta Tamara Crespo. Allí mantuvimos una conversación agradable con esta librera y su marido Fidel, ambos, periodistas, que tuvieron relación con Ceuta.
Seguidamente seguimos recorriendo el pueblo y a mediodía nos tomamos una comida típica en uno de los restaurantes. Descanso vespertino en un banco con la muralla a la espalda, contemplando la espectacular llanura de la meseta norte de Castilla, paseo por la ronda de la muralla y contemplación, desde este remanso de tranquilidad y de cultura, del cuadro único de colores y parcelas poligonales agrícolas en el mar de tierra de inmensos horizontes.
Por la tarde visitamos otra librería. Isabel hizo aquí un intercambio de ejemplares de la revista por otros libros interesante allí existentes y por algún producto gastronómico. El afable librero se había venido hacía unos años a la isla de paz de Urueña desde Madrid. Fue un gusto la breve conversación con él.
Al regreso pasamos por Wamba, pequeña población con un monasterio prerrománico del siglo X. Tuvimos la suerte de entrar a verlo cuando empezaba la visita guiada. Realmente, la construcción es un lugar conmovedor por el arte medieval que alberga y los restos conservados.
El lunes 24
Por la mañana, previa cita, visitamos el Ayuntamiento de Valladolid donde tendríamos una breve entrevista con el señor alcalde, Óscar Puente. Tras guiarnos por la espectacular escalera, nos recibió en su despacho Adela Román, una compañera comprometida, agradable y cercana. Junto a la fotógrafa representante del gabinete de prensa, que fue tomando fotografías, nos llevaron a visitar algunas dependencias y lugares significativos del bello edificio consistorial, como lo fueron el salón de actos y el de plenos o la vista de la plaza mayor desde el balcón principal. El Ayuntamiento de Valladolid, lugar sagrado, como todos, de la democracia municipal que decide en función de la soberanía de los vecinos.
A continuación, nos hicieron pasar a la antesala del despacho del alcalde. Todas las visitas fueron importantes, pero este saludo al máximo representante de la política de la ciudad suponía saludar y agradecer también a cada una de las vecinas y vecinos de Valladolid su hospitalidad y su amabilidad en el trato recibido desde que llegamos a la Estación Campo Grande. En su despacho, Oscar Puente tuvo para estos tres embajadores de Membrilla y Manzanares un recibimiento cordial y agradable, de escucha atenta a las explicaciones que le hizo Isabel Villalta acerca de 'Raíz y Rama', revista con la que lo obsequió. También las preguntas del alcalde fueron precisas y cordiales. Sabíamos que Óscar Puente tenía, a continuación de nuestra visita, cita para una entrevista con medios de comunicación, pero en ningún momento manifestó falta de atención o prisa, comprensivos nosotros también con la brevedad que debía tener la entrevista.
A un comentario por mi parte referido a su buena actuación en la política, la respuesta no pudo ser más clara y contundente. Me la quedo, pero de ella deduzco que no hay ningún peligro en que este alcalde vaya a cambiar de forma de ser y actuar; los vallisoletanos pueden estar tranquilos de que este gran político no va a dejar de trabajar, junto a su buen equipo municipal, para que Valladolid continúe siendo una de las ciudades con mayor calidad de vida en España y en Europa.
Por la tarde estuvimos con un grupo de amigos y compañeros en un salón de actos de la calle Santa Lucía. Allí presentamos de nuevo la revista. La apertura corrió a cargo de Juan Pedro Martín Escolar, escritor y profesor. Introdujo, en relación al homenaje al profesorado, el recuerdo de la profesionalidad y la actuación educativa en el periodo de la Segunda República. Mientras Isabel Villalta proyectaba en la pantalla instalada imágenes relacionadas, nuestro introductor mencionó a las maestras de la República. Habló de la separación de barreras entre niños y niñas, de las ansias de leer de entonces, del amor al trabajo de los maestros, de la carrera de maestra y de su consideración social, de la educación para la convivencia, la igualdad y la justicia, de la libertad, la autonomía y la solidaridad. Recordó a los maestros represaliados porque querían liberar a sus alumnos de la ignorancia, con sentido crítico y valores que dignifican.
Por mi parte volví a insistir en el núcleo de una educación con criterio. El papel catalizador, impulsor de los docentes que puede favorecer que los niños y los jóvenes, la ciudadanía, pueda ser más independiente de criterio, más libre, menos manipulable, más feliz, y nunca más con odio, sabiéndose poner en el lugar del otro. Todo centrado en la seguridad del futuro que, hoy día, representa la Unión Europea.
Ante lo que ha sucedido en Ceuta hice una referencia al artículo que publiqué el año pasado en el número 4 de 'Raíz y Rama'. En la especialidad Diplomacia, aparece el artículo “Nuestro futuro y un mundo más justo y solidario van unidos a la Unión Europea”. Seguridad, legalidad, respeto a los derechos humanos y la cooperación de la Unión Europea con los países de África en un ambiente de paz, constituyen el marco de actuación en el que se desenvuelve la contribución al desarrollo por la UE. Nuestro país, España, junto al marco de coordinación con la UE debe seguir potenciando las relaciones económicas, comerciales, culturales o turísticas con el estado marroquí, pues favorecen a ambos países en todos los órdenes. Además, la colaboración en temas de inmigración es fundamental. Estimo, después de lo ocurrido en el tiempo entre la redacción de aquel artículo y lo reciente en Ceuta con Marruecos, que el Gobierno no se ha movido un ápice de lo anteriormente mencionado y está siguiendo el camino adecuado.
En mi perfil de la directora de la revista, Isabel Villalta, subrayaré la veracidad, la tenacidad, la constancia, la valentía y la generosidad al invitar a escribir y publicarle a otros autores o sus dotes y aptitudes docentes desde que también impartió cursos de formación; al escribir libros, poemas o relatos personales o al haber fundado esta revista, “Raíz y Rama”, para encontrarse con tantos amigos y amigas que también tienen la escritura como modo de engrandecer como personas o de comunicarse con los lectores. Hacer de “Raíz y Rama” un referente cultural colectivo de la buena lectura y la unidad entre poetas y escritores. Es ya famosa su reflexión o poética de Isabel:
“La vida es una hoguera constante y a quemarme en ella vine. Arder es derramar toda mi savia”.
En fin, expuse, entre los objetivos de esta autora están los de crear calidad escrita e interés de los temas científicos y técnicos o de las creaciones literarias, así como las ilustraciones, otra de las artes que incluye la revista invitando en cada número a un artista plástico.
Acompañando a la proyección de imágenes relacionadas, Isabel Villalta ha dado en cada presentación una referencia de cada autor y su artículo en el último número aparecido. Solo en la Casa de Zorrilla no se proyectó, debido a que el acto fue en el jardín y a plena luz del día.
Finalmente, Isabel Villalta hizo gala de sus conocimientos etimológicos y, sobre el origen de algunos nombres de lugar o de persona, hubo compañeros que vieron elevada su autoestima. También, de nuevo, siguió su ilustración sobre la historia de Valladolid desde el conde Pedro Ansúrez o, siglos después, cuna de reyes como Felipe II y Felipe IV.
Hubo una excelente asistencia y preguntas a Isabel. Entre otros, Manuel Escarda, médico y diputado, recordó a su padre y la generación que vivió la república con criterio, donde la educación es fundamental. Aseveró que las escuelas fueron el primer indicador en la pandemia de que no nos iba mal. Habló, desde su silla de oyente, de los sanitarios, las vacunas, la alianza con la educación, la profundización en la educación para proteger la salud. Estos fueron aspectos destacados por este hombre, junto a la negociación de las figuras feministas de Emilia Pardo Bazán, que aparece en uno de los artículos y de quien habló la directora, y Clara Campoamor, o su colaboración como compañero con un paisano nuestro, Jesús Martín, alcalde de Valdepeñas. Con hondo aprecio del campo y la agricultura por herencia de sus padres, Manuel Escarda quiso, junto a la revista, adquirir el libro de Isabel Pleno de su luz (Resources, Ciudad Real 2010), un homenaje poético a los hombres del campo manchego, especialmente a su padre, que trabajaron la tierra con los métodos ancestrales. Isabel quiso obsequiar con la publicación a este hombre por su interés por el campo.
Una tarde de reencuentros y con caras sonrientes. Cada asistente y los que no pudieron acercarse, pilares con cabos sueltos que resisten las distancias y el tiempo. Un recuerdo especial para mis amigos de las juventudes, compañeros y casi padres, María Luisa y José. También por su cercanía, juventud y compromiso a Carmen Santiago y su marido, los padres del alcalde Oscar Puente.
El martes 25
Por la mañana, visita a la Casa de Cervantes. Se trata de la casa auténtica donde, en régimen de alquiler, vivió Cervantes durante dos años mientras Valladolid fue Corte. La casa estaba entonces en el extrarradio, al otro lado del río Esgueva. El mobiliario, aunque procedente de otros lugares, es de época. Cerca del escritorio de Cervantes no hay que perderse la habitación de las mujeres, de estilo morisco y con un bargueño con incrustaciones de marfil. Una visita gratificante e imprescindible.
Esta mañana visitamos el patio de un antiguo convento renacentista, con sus preciosas arcadas y un singular solado de piedrecitas y tabas de cordero formando dibujos floreados. Más tarde, yo hago visitas y gestiones particulares y Antonio se solaza por libre, mientras Isabel se entrevista en un café de la plaza mayor con el escritor vallisoletano Gustavo Martín Garzo.