La primera razón que ofrece el comportamiento del presidente del Gobierno hay que encontrarla en la causa de la moción de censura. El partido que entonces sustentaba al Gobierno, el mismo que sustenta al Sr. Vivas, el PP, fue condenado por financiación irregular y enriquecimiento ilícito. Un Gobierno sumido en la parálisis legislativa y que no atendía las urgencias sociales. España necesitaba un cambio y el presidente accedió a dirigirlo.

Los equipos del presidente del Gobierno y sus expectativas constituyen una segunda razón. Buen equipo el de la Delegación del Gobierno de Ceuta, con Salvadora Mateos al frente. También el del PSOE de Ceuta con Manuel Hernández como candidato a la Presidencia de la Ciudad. “No hemos venido a aprender”, aseveró la portavoz del Gobierno, Isabel Celáa, en la rueda de prensa del primer Consejo de Ministros, el 8 de junio. Detrás de los nombres y la competencia nacional e internacional, había un contenido y unos mensajes que se pronunciaron este día: fortalecer la cohesión; la regeneración democrática; el feminismo; escuchar y dialogar; la importancia de Europa; con la Constitución en una mano y el diálogo con la otra abordar el tema de Cataluña; la Educación, la Formación Profesional y la investigación elementos claves para este país. Algo fundamental, “por encima de las ideologías está el servicio público a España”. Así se presentó el Gobierno.

Tampoco olvido otra razón, que está en los mensajes y la actuación de la ministra de Empleo, Magdalena Valerio, después del Consejo de Ministros del 20 de junio: devolver a los agentes sociales el poder negociador; revalorizar y garantizar unas pensiones dignas; mejorar el empleo; el salario y aumentar la protección del desempleo…

A lo largo de este corto periodo otra razón fundamental ha sido el tipo de medidas aprobadas por el Gobierno. Tanto al presidente como a las ministras y ministros se les ha entendido. En cada Consejo han llegado leyes y medidas aprobadas y bien explicadas. Fundamentales para revertir los recortes y el abandono social de los siete años del anterior Gobierno. Se han aprobado 13 leyes y más de 25 Reales Decretos Ley. Han repercutido favorablemente en Ceuta y en el resto de España. Se han beneficiado ciudadanos con rostro, nombre y apellidos.

Una razón de mucho peso, todas las medidas que han ido saliendo de cada Consejo de Ministros se han aprobado con transparencia y con urgencia. La demora no es la costumbre del presidente Pedro Sánchez. Las demandas de millones de hogares, donde cada mañana golpean los problemas, han obligado a cada uno de los miembros del Gobierno a pensar diariamente que gobernar es que la gente viva mejor, no con promesas, sino con acuerdos. La mejor regeneración de la política es que se constaten los acuerdos y que sean pragmáticos y efectivos. A las ministras y ministros se les ha notado que su implicación iba en serio y sin tiempo que perder, cada uno es un ejemplo de lo que es trabajar al servicio del país, pero por indicar un nombre, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Vitalidad, competencia y compromiso sin límites.

Este Gobierno y su presidente no han escurrido el bulto y lo ha demostrado en el tema de Cataluña y la unidad de España, importante razón. Nunca han estado separadas. Afrontar el problema de la convivencia del conjunto de la ciudadanía de esta comunidad ha sido una de las prioridades. Pensar y actuar para tender puentes, establecer y dinamizar las mesas de diálogo nunca han puesto en peligro la unidad e integridad territorial de nuestro país. El anterior Gobierno apostó por la inacción y el partido de derechas que ganó las elecciones allí, Ciudadanos no ha hecho nada en Cataluña. Las críticas y afirmaciones de pactos ocultos con los independentistas solo han arrojado mentiras y obstáculos. El interés y defensa de España han estado ausentes en las derechas, pues lo que han pretendido es buscar réditos electorales para estos partidos. El Gobierno de Pedro Sánchez ha cumplido con su obligación en Cataluña y en España, cumpliendo siempre la legalidad y los hechos recientes lo han demostrado.

El mayor poder que tiene un Gobierno y una razón para demostrarlo, para que la unidad, la convivencia y la calidad de vida sean irreversibles no es a través de la demagogia, el escaparate y las fotos. Si nos quedamos en eso se está engañando a la ciudadanía. Favorecer la cohesión social, atender la diversidad y mejorar la igualdad son el mejor camino para conseguirla. Para que no retroceda, afianzar y consolidar el futuro, no puede faltar en un lugar preferente la compañía de la educación, la FP, la universidad y la investigación. Que la juventud pueda palpar en su realidad la verdad y seguridad de un futuro posible. En eso ha trabajado intensamente este Gobierno.

Los Presupuestos Generales del Estado son el mejor proyecto y carta de presentación de este Gobierno. Es de destacar su carácter social y de redistribución, para favorecer lo indicado anteriormente. El independentismo, el PP y Ciudadanos han impedido su aprobación. En otros artículos he expuesto detalladamente las consecuencias positivas que en conjunto traían para Ceuta. Afortunadamente nos ha quedado consolidada la subida del Salario Mínimo Interprofesional, la subida de las pensiones y su revalorización, así como la subida de los funcionarios. Antes de la terminación de la legislatura se va a intentar gestionar la aprobación del subsidio de desempleo para los mayores de 52 años y la cotización para las cuidadoras y cuidadores de la dependencia.

La votación del PP del Sr. Vivas y de Ciudadanos, así como de los independentistas han dicho no a becas para 1.500 estudiantes de Ceuta; a aumentar el permiso de paternidad a 240 personas; a incrementar un 60 % a las ayudas a la dependencia; a aumentar los fondos para erradicar la violencia de género; a incrementar los presupuestos para infraestructuras…

El presidente del Gobierno ha manifestado que España no puede pararse, y si el PSOE consigue formar un nuevo Gobierno después de las elecciones, el conjunto de los presupuestos seguirán adelante. Ha apelado a toda la ciudadanía que apuesta por el sentido común, la moderación y el progreso. Con la firme determinación de seguir trabajando por la unidad apoyándose en el presente y pensando en el futuro, El diálogo será fundamental quedando como siempre desterrados el insulto y la mentira.