Pedro Sánchez dejó claro en el debate el camino para el desbloqueo
El debate celebrado el pasado lunes ha puesto de manifiesto varias cuestiones; pero también la solución al objetivo principal, la formación del próximo Gobierno. Después de la celebración del mismo disponemos de más elementos de juicio, gracias a la intervención del presidente del Gobierno en funciones. Pueden facilitar la solución al desbloqueo, pero hay algo que también nos va a ayudar mucho, y es nuestro sistema democrático. Aunque a veces no estamos satisfechos, la democracia terminará colocándonos en el camino adecuado.
Se nos olvida que la protagonista fundamental en democracia es la ciudadanía. Aquí hay varios factores que intervienen, pero en un sistema democrático la responsabilidad de los agentes participantes es fundamental. Después del debate y de lo acontecido con el Gobierno actual, la ciudadanía va a tener que pronunciarse con las opciones que se han planteado. Estoy convencido de que la responsabilidad, los criterios y la experiencia llevarán a la mejor opción.
Nada más comenzar su intervención, el presidente del Gobierno en funciones manifestó que lo más importante para romper el bloqueo es el voto. Sin un Gobierno fuerte, estable y progresista es difícil resolver el problema. Este martes, en Valladolid, dejó claro que hay dos opciones, optar por el PSOE o por el resto de formaciones políticas. La concentración del voto puede ayudar a que ese Gobierno se encuentre en mejores condiciones de afrontar los retos y responsabilidades. En el debate también planteó la propuesta de que se respete la lista más votada, si no se produce un acuerdo.
Hay dos elementos que para mí han sido relevantes en el desarrollo del debate, son el lenguaje y la credibilidad. En el lenguaje verbal, sin hacer alardes de espectáculos, de posiciones totalitarias o de propuestas dudosas, los mensajes y palabras que Pedro Sánchez ha pronunciado han sido claros y firmes, fruto de la experiencia y la reflexión serena. En el lenguaje no verbal la impresión que me ha dado es que en ningún momento ha dejado de manejar el timón del Gobierno. Centrado en su responsabilidad, se ha concentrado en seguir pensando y atendiendo el mejor modo de encontrar soluciones. Por supuesto, sin ausentarse de lo que estaba sucediendo.
En un debate y en una intervención puede ser muy fácil criticar y presentar un bloque de propuestas. Ahora bien, hay algo que pone las cosas en su sitio y hace que lo expuesto pueda ser aceptado o no, es la credibilidad. El comportamiento que se ha tenido, las decisiones que se han adoptado y las experiencias de Gobierno no se pueden eliminar. El presidente del Gobierno en funciones puede presumir en su etapa de Gobierno de las decisiones y cumplimiento de las promesas a las que se comprometió. En este aspecto reside gran parte de su fortaleza y seguridad. Hace lo que dice y cumple lo que promete.
El señor Casado, durante el debate, arrancaba para justificar sus posiciones en un pasado de fracaso de su formación política. Por ejemplo, en el tema de Cataluña, tal como le expuso el candidato socialista permitieron dos referéndums ilegales, una declaración ilegal de independencia, una nefasta actuación en el uno de octubre de 2017 y contribuyeron a que se multiplicara el número de independentistas. Ahora, el señor Casado le inculpa por no mantener el orden. Así podríamos seguir con el tema de las fronteras, la reducción de los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad, las subidas de impuestos que se ordenaron,
los recortes y la precariedad que afectó a las clases medias y trabajadoras, por no hablar de la retrógrada y deficiente actuación en el tema de las pensiones.
Del señor Rivera, todo el mundo sabe cómo es especialista en incumplir sus promesas. Venía a regenerar la política y a defender políticas de centro. Estamos viendo cómo se ha convertido en uno de los más entusiastas acompañantes de la ultraderecha, y ha pasado del naranja al azul oscuro que ya parece negro. Le gusta y se alimenta de la crispación y del espectáculo. La ultraderecha tiene un discurso fuera de época y de la realidad. Se olvida de la Constitución y quiere romper con la organización territorial de España.
El señor Iglesias puede coincidir en el ámbito social con el Partido Socialista en diversos aspectos; pero hay un problema grave en él que explica las reticencias del presidente Sánchez. En el tema territorial manifiesta unos graves modos de ver el tema de Cataluña. La aceptación de la Autodeterminación y el tratamiento de la denominación “presos políticos” es contrario al ordenamiento constitucional.
Sobre medidas, destacaría la implantación de la asignatura de valores civiles, constitucionales y éticos; la ley audiovisual y la necesidad de respaldar con sus dos terceras partes decisiones de un Parlamento Autonómico; introducir en el Código Penal el delito por referéndum. Fortalecer la política económica que sigue creciendo por encima de la media europea, que ha creado más de 500.000 puestos de trabajo y está contribuyendo a disminuir el déficit público. Para ello se eleva el rango de la ministra Calviño, que está a una altura internacional, al rango de vicepresidenta económica.
En el tema de la transición ecológica y del cambio climático hay previsto un plan de energía con 250.000 millones de euros de la agenda 20-30, con la creación cercana a los 260.000 empleos nuevos. Respecto al tema de la despoblación, se va a incidir de un modo integral con la creación de un ministerio para afrontar los retos de la despoblación. Podríamos seguir mencionando temas relacionados con la política de vivienda con tres líneas de actuación. Incremento de los gastos en Educación, para llegar al mínimo europeo del 5 % del PIB.
En lo que afecta a la política exterior, afortunadamente el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha trabajado y ha sabido en sus negociaciones colocar a nuestro país en un lugar que con el anterior Gobierno había abandonado. Josep Borrell es el máximo representante de la política exterior europea; se va a organizar la cumbre del cambio climático; la inmigración en el Gobierno de Rajoy ascendió al 300 % en el periodo de 2012 – 2017; sin embargo, este año se ha reducido al 40 %. En este aspecto se ha conseguido que Europa se implique y tenga que colaborar más. Además, se va a colaborar en reforzar el Proyecto Común Europeo.
Óscar Puente, en la visita de Pedro Sánchez a Valladolid, a uno de los barrios más humildes y con más necesidades, ha indicado que el PSOE quiere estar con los más débiles y favorecer un lenguaje de unidad en nuestro país. Este lenguaje pasa también por la cohesión social. Los candidatos socialistas de Ceuta al Congreso y al Senado Pepe Simón, María Blanca Gómez y Hamed Mohamed están demostrando que en Ceuta es también prioritario y necesario. Detrás de cada voto tienen que venir soluciones que hagan la verdad más fuerte. Hay que romper el bloqueo votando.