Un gobierno estable para continuar afrontando los problemas
Tengo la esperanza y la convicción de que la ciudadanía no va a permanecer indiferente ante la convocatoria de elecciones generales para el 10 de noviembre. Son comprensibles las críticas e incluso hay quien puede sentirse decepcionado, porque son múltiples y diversos los problemas que siguen acosándonos diariamente. Se necesita encontrar soluciones y estas van a llegar, pero no quedándonos en casa y dando la espalda a las urnas.
Se requiere nuevamente la participación electoral y creo que sus consecuencias van a ser positivas para el país, y por supuesto, para cada persona en particular. Es necesario que el resultado permita un Gobierno, donde el bloqueo no permita incertidumbres, sino que tenga capacidad suficiente para llevar a efecto su programa durante los próximos cuatro años. Eso es posible con estabilidad, serenidad y la firmeza para aplicar democráticamente las políticas que nuestro país necesita.
Se necesita un Gobierno estable para continuar desarrollando políticas de creación de empleo, que no estén condicionadas por la Reforma Laboral del PP. Que continúe revalorizando las pensiones, no pierdan el poder adquisitivo y se consolide la continuidad de las mismas. Se necesita un Gobierno estable para que nuestro país pueda afrontar cualquier contingencia económica, donde no corramos el peligro de sufrir las políticas de mal recuerdo aplicadas por el PP. Que nunca se repitan las soluciones basadas en los recortes para las clases medias y trabajadoras. Un Gobierno estable que continúe la apuesta por el futuro de los jóvenes, con planes y medidas sistemáticas para aplicar en el sistema educativo y en los planes estratégicos para la transición ecológica y abordar el cambio climático. Medidas que movilicen la inversión y la creación de 250.000 puestos de trabajo que ya se plantearon.
El tema de la igualdad y de la cohesión de la España de las autonomías nos llevaría también a profundizar en la conveniencia de que el próximo Gobierno sea estable. Algo que también debe afectar a la aprobación de los Presupuestos, puesto que los anteriores fueron rechazados por una combinación extraña de coincidencia entre los votos de los independentistas y las derechas.
La noche del 10 de noviembre estaremos muy pendientes de los resultados toda la ciudadanía española; pero no exagero si digo que también estarán muy pendientes de nuestros resultados todas las cancillerías europeas. Millones de europeos van a estar mirándonos, porque no solo se juega su futuro inmediato España, también el 10 de noviembre Europa puede salir respaldada con una mayor seguridad y estabilidad para abordar determinadas políticas fundamentales. Me estoy refiriendo a las políticas de migración, al apoyo a unas políticas de empleo basadas más en los retos del “Estado de Bienestar”, con la Agenda 20-30, donde la transición ecológica, el cambio climático o los retos digitales reciban el respaldo europeo y que también fortalezca nuestra actuación española. El tema de la seguridad europea, que la Unión Europea consolide una posición de fortaleza frente al Brexit, los enfrentamientos de Donald Trump en sus guerras económicas con China y sus divergencias con Irán.
Pedro Sánchez es en estos momentos el principal líder de la socialdemocracia europea, avalado por los resultados de España en las elecciones europeas y su constante dinámica de negociación. El socialista José Borrell va a ser el representante de la Unión Europea en la política exterior. La socialdemocracia ofrece tranquilidad y soluciones dentro de la protección europea, tanto para el tema de la migración, una política económica más solidaria y una política europea con las fronteras que evite soluciones del siglo XIX. Un resultado que refuerce un Gobierno fuerte y estable de Pedro Sánchez traerá, sin duda, unos seguros beneficios para Europa y para España.
Tanto Ciudadanos como el PP centran sus planteamientos en “atacar” políticamente a Pedro Sánchez, pero no ofrecen proyectos que ilusionen o abran la puerta a un futuro mejor. Rivera continúa con su programa electoral basado en argumentos que se alimentan de la crispación, descalificando al actual presidente del Gobierno en funciones. Cuando habla no llega a terminar sus planteamientos, porque resaltar la culpabilidad es su centro de interés, no los argumentos de su proyecto.
José Simón, Hamed Mohamed y Blanca Gómez van a repetir como candidatos al Congreso y Senado respectivamente. Estoy convencido que volverán a tener nuevamente la oportunidad de ser agentes principales para que Ceuta salga beneficiada de las políticas de un Gobierno estable de Pedro Sánchez. Ya tuvimos la oportunidad de comprobar políticas concretas que afectaron de un modo positivo a nuestra ciudad.
Me consta que los tres miembros de esta candidatura se encuentran plenamente preparados. Ya tienen experiencia en actividades realizadas, destacando la ilusión y la capacidad de trabajo que les caracteriza para ejercer sus funciones. Sé que su principal preocupación es que lo antes posible puedan trabajar de un modo directo dentro del programa del próximo Gobierno para Ceuta; pero en la escucha a la ciudadanía y preparación de sus planteamientos, como suele ocurrir en ellos, no van a regatear esfuerzos. Sin duda, contribuirán a que el próximo Gobierno sea más estable, más seguro y del que Ceuta se beneficie.