España se abre camino con responsabilidad, tolerancia y gobernanza
Después de terminar la primera fase del estado de alarma nos encontramos ya en la fase de transición con la desescalada. En el 14 de marzo las cifras de contagio llegaban al 35 %, ahora estamos alrededor del 0,36 %. Esto no ha sido por casualidad, tenemos que poner en un lugar preferente la palabra responsabilidad. Algo que han demostrado fehacientemente todos nuestros compatriotas. Eso sí, con un lugar preferente en nuestro recuerdo para todos aquellos que nos han dejado por esta pandemia.
La vida ha vuelto a las calles y los niños han comenzado a correr y a hacer uso de sus patinetes y bicicletas, acompañados de sus risas, juegos e ilusiones. Todo ha sido posible por la responsabilidad de los 47 millones de ciudadanos españoles, las familias, los niños, los jóvenes, del conjunto de jóvenes con más edad, incluyendo a los que han estado solos o viven en residencias. Nunca podremos olvidar a aquellos trabajadores que todos los días nos han ayudado para que tuviéramos todos los recursos. Por supuesto, también en un lugar preferente estarán los profesionales sanitarios y los miembros de la seguridad del Estado.
LA RESPONSABILIDAD Y EL MÉRITO DE LA TOLERANCIA
Nuestro país y la inmensa mayoría de la ciudadanía hemos dado una lección de civismo y responsabilidad al mundo. Tenemos que decirlo sin complejos, como manifestó el otro día el ministro de Sanidad a un periodista holandés, los españoles con todo lo que hemos vivido en el confinamiento estamos para dar lecciones, no para que nos las den. Hemos pasado una fase difícil y todavía no ha terminado; pero tenemos que sentirnos orgullosos de la responsabilidad que hemos demostrado. Con el dolor por los que se han marchado, el respeto y afecto permanente a sus familiares, y por aquellos que todavía se están restableciendo.
Hay también un sector muy relevante de la población que en estos días han ocupado la relevancia y el lugar que se merecen, los científicos. Los expertos, científicos e investigadores que han estado y siguen asesorando al Gobierno han sido quienes han marcado el rumbo que hemos estado siguiendo. Gracias a su responsabilidad, competencia y trabajo hemos llegado hasta aquí. Todos deberían ser mencionados, por espacio solo cito al más conocido, el doctor Fernando Simón. Cuando ahora se hable de investigación, desarrollo e innovación posiblemente entendamos mejor por qué es importante una buena inversión en este ámbito.
Afortunadamente en todo el proceso que estamos viviendo se ha impuesto la tolerancia. Es otro aspecto del que también nos podemos sentir satisfechos, aunque es una pena que algunos representantes políticos, como sucede con el señor Casado y sus socios de la ultraderecha no dejan de generar mensajes destructivos. Hay que enfrentarse a esta situación y salir de ella sin aferrarse a la avaricia partidista que han demostrado, pues provocar crispación y generar tensión solo provoca desasosiego e incertidumbre. El país necesita de colaboración, consenso y diálogo para mirar en positivo nuestro futuro. Añorar la autarquía con respecto a Europa, no ofrecer alternativas democráticas para España, como hace la extrema derecha, o llevar como emblema el insulto y el odio no beneficia a los españoles ni a nuestro país.
LAS PRIORIDADES DE LA GOBERNANZA
Nadie había elegido en nuestro país querer participar en el desarrollo de una crisis sanitaria como nos ha llegado. En su programa de gobierno el Ejecutivo no había presentado su interés político en afrontar una crisis de estas características y llegar a plantear un estado de alarma. Sin embargo, hay quienes parecen demostrar que el Gobierno más o menos está utilizando esto como una campaña electoral. A todos, sin excepción, nos ha llegado sin pretenderlo; pero si llega, el Gobierno tiene la obligación de afrontarlo. No creo que el presidente del Gobierno y el Consejo de Ministros estén disfrutando con estos acontecimientos, deben estar al frente de la gobernanza, planificar, coordinar y poner todo lo mejor para el servicio a la ciudadanía.
Su prioridad ha sido que se salve el mayor número de vidas y que tengamos las mejores condiciones de preparación para defendernos del virus, así como buscar las inversiones y la organización necesaria para acelerar las investigaciones de vacunas y tratamientos. Paralelamente se han previsto, planificado y afrontado los procedimientos e inversiones para abordar el tema económico derivado de esta crisis. De ahí los estados de alarma, sobre los que algunos han llegado hasta decir la barbaridad de que estaban pretendiendo un sistema de control inconstitucional. Esta crisis debería sacar lo mejor de nosotros, aunque algunos parece que están compitiendo por sacar lo peor. La crítica constructiva siempre viene bien, pero hay quienes solo priorizan su colaboración al traslado de denuncias a los juzgados y tribunales. Es cierto que se han apoyado los periodos del estado de alarma mayoritariamente hasta este miércoles, donde el primer partido de la oposición se ha abstenido. Esto no es un tema menor .
Por mencionar otros aspectos, en el último Consejo de Ministros se ha aprobado un importante Decreto de apoyo a la Cultura con una dotación de 20.000 millones para liquidez.
Como ha mencionado también el señor Montoro, los problemas de desempleo y de liquidez son culpa de una crisis inesperada y de eso sabe algo. Si un enfermo es intervenido quirúrgicamente de una pierna es lógico que no pueda salir corriendo a las dos horas; sin embargo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, que ha comenzado a hablar de catástrofe y de movilizaciones sociales por el desempleo. Hay que ser insolidarios e irresponsables, como ha demostrado esta señora, para llegar a este nivel de estulticia.
Hay que estar tranquilos, el Gobierno lleva el timón con seguridad, sin desmerecer los grupos que en la última prórroga del estado de alarma han apoyado solidariamente. Y lo que no debemos olvidar nunca, vamos a contar con la ayuda de Europa, no estamos solos.
Foto Sánchez y Simón-Pool Moncloa-Bellacasa