Nos centramos a partir de ahora en los salvapatrias, en los que en un anterior artículo denominé patriopacotillas. Es decir, patriotas de escasos valores y menguada inteligencia, o al menos eso demuestran. Personajes que poco o nada han trabajado en su vida y que se dedican a dar lecciones de las cosas que no han hecho ni harán, por ejemplo, trabajar o sacarse un máster ellos solitos, y a intentar obtener rédito político carroñero de cualquier situación que ellos consideren oportunidad. ¿Son oportunistas? No, pues el oportunismo es una actitud que consiste en aprovechar al máximo las circunstancias para obtener el mayor beneficio posible, sin tener en cuenta principios ni convicciones. Usándose sobre todo en el ámbito político y con connotaciones negativas. Ellos además necesitan intentar desacreditar al contrario, ya sea con insultos, mentiras, falsas acusaciones, etc. Para definirlos hay que coger un matraz y mezclar oportunismo, difamación, y manipulación.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, apunta a Pedro Sánchez como máximo responsable de la propagación del coronavirus en nuestro país. Y en especial en su comunidad por bloquear las entradas de material sanitario, mascarillas, respiradores, etc.

La Junta de Andalucía gobernada por PP, Cs y Vox se desentiende de la suspensión de la Semana Santa, señalando al Gobierno central (Conferencia Episcopal mediante).

Y Pablo Casado recrimina al jefe del Ejecutivo de todo, absolutamente de todo. El 12 de marzo apenas unos días después de prometer lealtad institucional el presidente del Partido Popular decidió demostrar esa “lealtad” atacando sin miramientos la labor del Gobierno frente a la crisis. Otras muestras del cumplimiento de su palabra han sido declaraciones como las que siguen tanto sobre la gestión como la capacidad del Gobierno de España, “Nos deja más preocupados”; “Consideramos que las medidas son claramente insuficientes para contener la expansión de este virus”, ha añadido, para concluir que las anunciadas por Sánchez “no son las medidas para reactivar una economía en caída libre”;  “El Gobierno está reaccionando muy tarde y se está parapetando en la ciencia en vez de tener un liderazgo político”; indica que ha ido “a remolque de los acontecimientos” y lo acusa de cometer “graves negligencias” por haber permitido los contagios en la manifestación con motivo del Día Internacional de la Mujer, etc. Lealtad lo que se dice lealtad con el Gobierno de España no parece haber tenido y eso que lo peor está por llegar por lo que mucho nos tememos que su verborragia pueda aumentar de intensidad.

De las declaraciones de Abascal sobre la responsabilidad del gobierno en su contagio no diré nada pues él solito se definió perfectamente para la eternidad, por si alguien tenía alguna duda sobre su capacidad, sobre sus silencios ante preguntas de cierta complejidad, hacia ciertas salidas de tono, hacia vetos a prensa y periodistas concretos, hacia lo que es y representa.

Una consecuencia de la propagación de la enfermedad, COVID-19, es que algunas comunidades autónomas parecen más preocupadas en atacar al Gobierno del país que a luchar contra la epidemia.

Quizás tenga algo que ver haber recibido el siguiente tePePegrama

Lugar de procedencia: ¿Génova 13, Madrid?

Destinatario: Comunidades andaluza, madrileña y murciana …. de momento.

Texto: Gobierno parece tocado. Abrir brecha en línea de flotación. Que no quede nadie sin señalar. Cualquier ministro nos sirve. Dar caña sobre todo al Presidente. Gobierno estafa como vaticiné. ¡Qué grande soy!

Remite: ¿Pablo Casado Blanco, alías “el leal”?

Casado, como Gul’dan en la película “Warcraft: El origen”, es el Maestro del Círculo Interno del Consejo de las Sombras y Destructor de Sueños. Se trata del más poderoso brujo orco en toda la historia de la Horda. Esto lo diferencia de Gul’dan pues no es el más poderoso líder de la historia del PP y si sigue por este camino quedará al nivel, mediático, de Hernández Mancha. Y ha llamado a zafarrancho de combate. Han movilizado a los reservistas, esta vez parece que, sin la ayuda de Cuadrangular, y los trols y haters de la extrema derecha trabajan a pleno rendimiento en las cloacas de las redes sociales y ya es trending topic en Twitter el hashtag “Sánchez dimisión”.

Intentan por todos los medios acabar con el Gobierno de España. Aprovechan o crean cualquier ocasión.

El presidente del PP rezuma patriotismo por todo su ser asegurando que su formación estará “a la altura de las circunstancias” y que respaldará al Gobierno en su lucha contra la pandemia, lástima que luego con sus actuaciones haga gala de patriopatoquillismo. Desde luego están demostrando estar a la altura, pero no de las circunstancias sino de su arribismo. Están explotando hasta el miedo, intentando crear un clima de terror e inquietud sin ningún tipo de escrúpulos. Queda perfectamente definido con estas acciones y da muestra de la altura moral a la que puede llegar. Del tamaño de un virus.

He leído que ha Casado ya no le vale nada de lo que haga el Gobierno o deje de hacer. Pero es incorrecto pues a Casado nunca le ha valido nada de lo que haga o deje de hacer el gobierno. Me remito a sus actuaciones y declaraciones durante las sesiones de investidura, a su portavoz, a su actitud durante lo que va de crisis y a lo que sin dudas veremos de él en un futuro no muy lejano.

Que el Gobierno transfiera 2.800 millones de euros a las autonomías para reforzar la atención sanitaria no es nada para Casado.

Que el Gobierno vaya a garantizar el abastecimiento de material sanitario, que limite el precio de los medicamentos, y aplace las deudas tributarias de las pymes no es nada para Casado.

Que el Gobierno movilice 18.225 millones de euros públicos como primer paso de su plan de choque contra los efectos económicos de la pandemia del coronavirus Covid-19 no es nada para Casado.

Que el Gobierno imponga duras restricciones y confinamientos, incluso de poblaciones enteras, no es nada para Casado.

Todo es “claramente insuficiente” para Casado. Y no ve ninguna relación entre el coma inducido que sufre hoy nuestro sistema sanitario y los drásticos y exagerados recortes decretados por su antecesor, Mariano Rajoy. Creo sinceramente que de seguir con estas estrategias de confrontación extrema haciendo uso de todo y todos sin respetar nada, intentando no ya igualar a Vox sino superarlo, la gaviota no alzará el vuelo en mucho tiempo.

Continuará ………