“Partes, todo y nada”
“El todo es más que la suma de sus partes”, según aparece recogido en el capítulo primero del Libro II del tratado de Física Teórica de Aristóteles llamado “Metafísica”. Ya les adelanto que si Aristóteles hubiese conocido a nuestros políticos quizás hubiese matizado sus afirmaciones.
En matemáticas cuando los conjuntos son finitos se cumple el principio de que: “El todo es mayor que la suma de sus partes”. Esta máxima quiere decir que la totalidad de un sistema es siempre más que la suma de sus componentes individuales. Pero no ocurre lo mismo en un conjunto fractal, en varias teorías físicas que se basan en el llamado principio holográfico o en la política española.
Al tratar este tema es imprescindible fijarse en la psicología y en la escuela Gestalt. “Gestalt” proviene del alemán y podríamos traducirlo, ya que no tiene traslación exacta al castellano, como “forma, diseño, construcción o estructura”.
Para no tener que estar horas explicando los fundamentos de esta escuela psicológica les dejaré un par de preguntas de carácter retórico que les hará hacerse una composición de lugar sobre lo que pretendo exponer. ¿Un libro es tan solo un conjunto de palabras escritas? ¿Una melodía es únicamente un grupo de notas musicales? ¿La final de un mundial de fútbol es algo más que un partido? ¿Un gobierno es solo la suma de los votos a favor de unos diputados para elegir un presidente?
En “La noche estrellada” de Vincent van Gogh aparecen dos límites bien definidos en sentido horizontal, la bóveda celeste y el paisaje. La bóveda celeste a su vez se divide en un cielo nocturno con once estrellas vestidas de un halo propio de gran intensidad; dos espirales nebulosas dotadas de movimiento direccionado hacia la luna bajo la premisa de un intento de abrazo o interconexión, mientras que ésta se encuentra situada en la esquina superior derecha según la perspectiva del observador y mengua en una orgía de tonos amarillos de gran vitalidad pareciendo casi el sol.
Por otro lado, el paisaje terrestre localizado en la base del cuadro aparece sobrecargado de colinas y montañas azuladas de pendientes suaves y a sus pies un pueblo sobre el que destaca el campanario de la iglesia. Esta forma puntiaguda que parece apuñalar la horizontalidad inicial del lienzo se ve apoyada por un primer plano de un altivo ciprés. Para Freud posiblemente tuviese connotaciones sexuales de carácter fálico relacionado con algún complejo de Edipo o Electra o con la auto reafirmación de la sexualidad.
Como vemos la composición final, el “Todo”, no puede ser comprendido sin las “Partes”, pero el primero es mucho más que la suma de las segundas, de ahí que para demostrarlo haya introducido en la ecuación hasta parte del psicoanálisis.
Vayamos un paso más allá, ¿qué ocurre cuando el todo no es mayor a la suma de sus partes, ni tan siquiera igual sino inferior? ¿Qué pasa si la suma de los elementos de una entidad nos da menos que el todo? ¡Aquí sí que vamos a necesitar psicoanálisis e incluso terapia! Me estoy refiriendo obviamente a la próxima legislatura, y sin ningún ánimo de menoscabar la psicología sino de situarla como elemento consustancial de gran relevancia sin la que no podremos comprender lo que nos espera a los españoles en los próximos meses.
Pedro Sánchez podrá conseguir los apoyos necesarios para ser presidente del Gobierno, eso es cierto, pero tan cierto como eso es que una cosa es ser elegido presidente y otra poder gobernar y sacar la legislatura adelante. El próximo gobierno del país será lo más parecido a lo que es Sumar y no tenemos garantía alguna del que “el todo sea mayor que las partes”. La combinación de partidos políticos da una nueva entidad con características y propiedades que no se encuentran en cada una de las partes individuales.
Ya estamos viendo como Compromís exige cuotas de poder y esto aún no ha comenzado, esto es válido para Sumar y para el próximo gobierno. Para que exista cohesión, lo que es fundamental para que se cumpla el axioma del “todo”, es necesario comprender no solo el espíritu de cada una de las partes sino cómo interactúan entre sí. ¿Son capaces de visualizar cómo interactuarán Junts con PSOE y con BNG y con Compromís, y con Movimiento Sumar, y con los comunes y con Izquierda Unida y con el Partido Comunista y con la Chunta y con MásMadrid/MásPaís y con Més y con PNV y con Bildu y con Podemos?
Me viene a la memoria un aforismo de Soul Etspes:
“En política cuando el todo no es igual o superior a la suma de sus partes llegaremos a la nada”.
Immanuel Kant defendía que somos incapaces de conocer lo que hay fuera de nosotros al no poder jamás traspasar nuestro conocimiento las limitaciones impuestas por nuestra mente y sentidos. Mientras el ya citado Soul Etspes argumentaba que:
“La experiencia humana es la base de la interpretación de la realidad. Nuestra realidad. En este egocentrismo innato e instintivo poca cabida existe para la comunidad. El bien común es por tanto el Santo Grial de cualquier sociedad y más de las democráticas. Quizás por eso continúa siendo una quimera sostenida tan solo como soflama política con la que alentar a la población desde las atalayas del poder”.