“¡Hshuma!” (Vergüenza)
Hoy, ayer para los que me leen, he estado en la concentración de la plaza de África, con mis vecinos y vecinas musulmanas, con mi hermanos y hermanas musulmanas, con mis compañeros y compañeras. No todos éramos musulmanes, pero todas las que estábamos allí en ese momento éramos musulmanes, en ese momento nos sentíamos musulmanes. ¿Por qué? Porque ya está bien de ataques xenófobos dirigidos a esta comunidad concreta. Porque para “quinto columnistas” ya están los y las de VOX. Ellos y ellas son las que están intentando sabotear la labor diplomática de nuestro Gobierno y están generando odio y crispación en nuestra tierra. ¡Hshuma de estos “españoles” que quieren dividir a los y las españolas!
He estado acompañando a mujeres con sus hijos e hijas, a padres con sus hijas e hijos, a familias, a jóvenes…, a personas dolidas, ¡justamente dolidas! A personas que han decidido plantar cara al fascismo y van claramente por delante de la clase política ceutí. ¡Qué no sabe ni quiere reaccionar! ¡Hshuma de esta clase política! Más tarde explicaré el motivo más allá de lo evidente.
Ha habido altercados, ¡sin dudas! comportamientos no deseados, ¡así ha sido! ¿La policía se ha empleado con contundencia? ¡Con bastante!, pero bajo mi punto de vista, tras asistir a varias huelgas generales y algunas otras movilizaciones ciudadanas, ha sido una contundencia comedida, ¡para cómo pueden actuar!
La violencia y los destrozos son condenables, pero tampoco han sido excesivos y en gran parte de los casos achacables a personas muy jóvenes. ¿Estoy criminalizando a la juventud? ¡En absoluto!, digo lo que vi y quizás por su juventud se dejaran llevar por la situación. Quizás. Puedo estar equivocado.
Orgulloso de los y las musulmanas ceutíes, creo que han dado toda una lección, varias lecciones. Y todas y todos los ceutíes, sin distinción alguna, deberíamos sacar conclusiones para mejorar nuestra sociedad.
Al igual que estoy orgulloso de la ciudadanía ceutí que mayoritariamente ha acogido a los marroquíes que tanta necesidad nos han demostrado que pasan, y de las FCSE que han ayudado a estas criaturas, y de la Cruz Roja por el aliento aportado y de todas y cada una de los y las voluntarias que han puesto su grano de arena por proteger, por socorrer, por apoyar. Esta ha sido la gran derrota internacional de Marruecos. El gran error cometido al utilizar a sus niños y niñas, a un pueblo sin esperanza que buscaba un futuro fuera de su país.
¡Hshuma! de los energúmenos que se han dedicado a acosar e insultar a la voluntaria de Cruz Roja, Luna, que recogió a un sueño de caoba envuelto en lágrimas y desesperación. Porque en un primer momento todos supimos quién era Luna, pero no Abdou, ni su hermano. Orgulloso de cada voluntario y voluntaria que hace esto casi a diario y no se lo reconocemos.
¡Hshuma! de la clase política porque con eso de la “unidad”, unidad para no mojarse no como los pobres migrantes, callan ante las devoluciones en caliente. ¡Por mucho que estén avaladas por el Tribunal Constitucional o el TEDH! ¡Son una vergüenza y van en contra de los Derechos Humanos!
¡Hshuma! de la clase política al escuchar al máximo responsable de los socialistas ceutíes hablar de Derechos Humanos cuando no se están respetando. Y escuchar, ¡ya por fin!, de una socialista defender las vías legales y seguras cuando se están haciendo devoluciones en caliente. Y devoluciones sin que tengamos la garantía de que se han estado respetando los derechos de los expulsados. La ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, ha apostado por abrir “vías seguras, legales y ordenadas” para las personas migrantes. ¿Y por qué no han empezado ya? ¡Preferimos devoluciones en caliente pasadas por agua e indignidad! ¡Hshuma!
¿Soy el único que no entiende que a un ser humano se le ayude y salve la vida para inmediatamente devolverlo al país del que huía?
Yo y el derecho internacional pues no sabemos si se ha recibido asesoramiento legal, traductor, posibilidad de petición de asilo, etc.
Podemos Ceuta jamás, ¡jamás! compartirá este proceder estemos o no en el Gobierno, ¡jamás! Las vidas no son un bien con el que comercial. Los DDHH no son matizables sino respetables y categóricamente aplicables.
Hemos vuelto a perder dos oportunidades únicas de demostrar que la política vale para algo y pone en el centro a las personas. Evitar los incidentes acaecidos por la actitud del pirómano racista de Abascal y haber actuado con el fenómeno migratorio desde las vías legales y seguras y el escrupuloso respeto a los Derechos Humanos.