“¡El fútbol es así! ¿De veras?”
Comenzaré mi intervención con una pregunta y luego les dejaré unos momentos para que la contesten. ¿Qué valores transmite el deporte?...
Los estudiosos de las distintas disciplinas que puedan conformarlo suelen convenir en que es un medio para conseguir valores relacionados con el desarrollo personal y social; el afán de superación, la integración, el respeto a la persona, la tolerancia y perseverancia, se fomenta el trabajo en equipo, la superación de los límites, se avanza en autodisciplina, responsabilidad, cooperación, honestidad, lealtad, etc. Y en que cualquiera de los agentes que intervengan en estos procesos debe velar por la defensa y mantenimiento de estos valores y esforzarse porque permanezcan en las personas, ayudándolas en su completo desarrollo físico, intelectual y social y por añadidura a una mejor integración en la sociedad en que vivimos.
¿Qué creen que debemos reseñar de lo expuesto hasta ahora?
“Integración en la sociedad en que vivimos”
Porque no podemos, ni debemos olvidar que los deportistas son personas pertenecientes a una sociedad concreta que hacen vida en comunidad. Es decir, son ciudadanos. Sujetos activos de pleno derecho y no pasivos.
Me voy a centrar en el fútbol y en la selección española. Caso Jenni Hermoso. El primer capitán, Álvaro Morata, es el responsable de leer un comunicado oficial que se convierte en una burda y patética estrategia de escapismo. Un acto de cobardía para evitar que sean preguntados de forma individual cada uno de los miembros de la selección española. ¡Cuándo ya todo el planeta se había pronunciado! Las supuestas explicaciones llegan tarde y mal convirtiéndose en un espejo donde se reflejan las vergüenzas de estos deportistas que ganan varios millones de euros al año.
Suele existir coincidencia en que en este tipo de cuestiones el fondo es lo fundamental, pero las formas son tan o más importantes. Pues bien, en este caso concreto, escojamos fondo o forma, el comunicado fue un bochorno que sirvió para definir nítidamente a un grupo de ricachones mal criados profundamente insolidarios. Un deportista es un ciudadano que tiene un deber moral, ético y funcional para con su sociedad. Y éstos se escondieron.
Hace unos días en la Eurocopa durante una rueda de prensa Unai Simón, portero internacional español, dijo que los futbolistas “de lo único que deberían hablar es de temas deportivos” en relación a las declaraciones de Kylian Mbappé sobre los extremos en política. Añadiendo que:
“Al final Kylian es un jugador que tiene mucha repercusión en el mundo y en la sociedad. Creo que los jugadores tenemos mucha repercusión y es un tema político”.
Pues hombre, precisamente por eso, por “tener mucha repercusión” deben mojarse en los temas significativos que afectan a su sociedad.
Sin embargo, el señor Unai Simón hizo como Morata en el caso de Jenni Hermoso. Tiró balones fuera y se vistió de insolidario ricachón que seguirá viviendo muy bien antes y después de esta competición, mientras que los franceses, y con ellos Europa, se enfrentan a la posibilidad de un retroceso severo en sus derechos. Que, como siempre, afectará significativamente a los que menos tienen. Por lo que el portero español también lució en su indumentaria civil una falta de empatía total.
Retomo la cuestión inicial. ¿Qué valores transmite el deporte?...
Lo que es evidente es que somos las personas los que transmitimos esos valores inherentes a cualquier actividad humana. La actividad por sí misma es incapaz. Señala, sirve de referente, pero no transfiere si no es a través de un intermediario que es el ser humano.
Un futbolista, un deportista, un hombre, un ciudadano, un español, un europeo…, una persona que sí estuvo a la altura fue Borja Iglesias (“El panda”), delantero del Real Betis Balompié actualmente cedido en el Bayer Leverkusen, con el que ha quedado campeón de la Bundesliga.
Por cierto, no seleccionado por Luis de la Fuente para defender los colores de la roja.
Por último, solicitarles que por favor reflexionen sobre el siguiente aforismo de Soul Etspes:
“Los valores personales nos definen, ser coherentes con ellos nos adjetivan y a partir de ellos construimos nuestros mundos”.