España- Irlanda. Europa se enfrenta a sí misma …, y pierde

Corría el año 1982 y España organizaba el mundial de fútbol. Se la jugaba en la primera fase con Irlanda del Norte. ¡Perdimos! y nos abocó a un segundo grupo complicadísimo que resultó ser nuestra despedida de nuestro mundial. Y eso que, como es costumbre en nuestro carácter, íbamos a ganar el mundial sin problemas, ¡antes de empezar, ¡claro!

Ayer ocurrió algo similar. Y eso que, como es costumbre en nuestro carácter, íbamos a ganar la votación sin problemas, ¡antes de empezar, ¡claro! Nadia Calviño perdió por muy poco la presidencia del Eurogrupo a favor de Donohoe.

Todos los medios de propaganda de derecha encabezarán, seguro, sus editoriales con argumentos análogos a mi introducción. “España pierde con Irlanda, o la española Calviño es derrotada por el irlandés Donohoe”.

Todos los contertulios y analistas políticos de derechas, o más allá, comenzarán sus intervenciones con afirmaciones del estilo, “España vuelve a demostrar debilidad y cae ante Irlanda”, o versiones similares.

Aquí lo importante desde la derecha, y más allá, es despistar y presentar esto como una derrota personal de Calviño y por supuesto de Sánchez. Con esto enlazamos con críticas a la gestión del Gobierno, también en Europa, y para finalizar lo resumimos en que Europa no se fía del Gobierno de coalición español y de ahí este fracaso. Lo argumentaran con detalles transversales para distraer la atención y florituras varias con la finalidad de que las personas no se centren en lo que ocurrió ayer realmente.

¿Y qué fue lo que pasó?

Pues que el PP español consiguió su primera pieza de caza mayor tras los meses de intento de derrocar al Gobierno español durante la pandemia. Consiguió la cabeza de Calviño. Volvemos a lo de siempre, y lo de siempre lo dijo el señor Rajoy: “Cuanto peor mejor para todos y cuanto peor para todos mejor, mejor para mí el suyo beneficio político”.

Pero una vez más el PP español, demostrando una incapacidad absoluta que emana de su presidente Casado, se vuelve a equivocar.

Han quedado señalados por ir contra su propio país.

Y con Calviño al frente del Eurogrupo se lo hubiese puesto muy difícil a uno de los miembros del partido de coalición. ¿Cómo podría tolerar la mochila austriaca? ¿O temas de regulación económicas varios, todos de corte neoliberal? La imagen visible de estas regulaciones habría sido la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital de España convertida en presidenta del Eurogrupo.

Ahora gracias a los tejemanejes del PP español, y su apoyo desmedido a cualquier posicionamiento que fuese en contra de los intereses de España, han conseguido que España, su Gobierno, tenga mayor capacidad de presión sobre el Eurogrupo. No está presidido por Calviño sino por un señor irlandés que está en contra de la tasa Google y es defensor de una economía muy parecida, si no lo es, a la que se da en paraísos fiscales pero que no se permite a los Estados miembros del sur de Europa.

El PP español estará muy contento. Aunque oficialmente digan lo contrario, de momento, porque si se lee entre líneas sus declaraciones podemos comprobar perfectamente cuan afectados están. Pero esta alegría, más o menos encubierta, no es más que una nueva muestra de su incapacidad absoluta que proviene de su presidente Casado, y se vuelve a equivocar.  Han conseguido que España, paradójicamente, tenga ahora más fuerza para defender sus posiciones y que las pretensiones del PP español de dificultar lo más posible la llegada de las ayudas de reconstrucción económica posean menos.

Esto no ha ido de España contra Irlanda, ni de hombre contra mujer, ni de países pequeños contra grandes. Ha ido de lo de siempre, de conservadores contra progresistas, tratándose de Europa ha ido realmente de ultraconservadores (PP y su entorno) contra conservadores (socialistas). Recalco, ¡estamos en Europa! Ha ido de más de lo mismo, postura de Países Bajos y demás insolidarios frente a posturas del Mediterráneo. Los países del norte de Europa se comportan con los del sur como los del sur con los del norte de África. ¿Ven cómo esta analogía nos acerca a la verdad? Quienes más tienen, con respecto a otros, ejercen su presión para aumentar sus beneficios y poder. ¡C’est la vie!

En definitiva, como progresista que soy me alegra que el PP esté tan contento porque en el fondo se acaba de lastrar y ni tan siquiera es consciente de ello. Ese es el nivel del Partido Popular español. Y he de reconocer que me siento aliviado al constatar como las propuestas neoliberales y más allá que vendrán desde la presidencia del Eurogrupo estarán focalizadas en un señor irlandés que defiende un tipo de economía que no se diferencia en nada de los paraísos fiscales, que ofrece ventajas fiscales muy atractivas a las multinacionales. En especial las estadounidenses. Para que saquen ustedes sus propias conclusiones. Sólo Puerto Rico, estado asociado a EEUU, ofrece mejores condiciones fiscales a las multinacionales. ¿Qué más decir?

Solo me resta dar mi más sincera enhorabuena al PP español por seguir haciendo las cosas tan rematadamente mal, por la búsqueda de su interés partidista y personal incluso aunque eso suponga ir contra el bien de todos los españoles, por su incapacidad absoluta que procede de su presidente Casado. No sé si la NASA enviará alguna vez una sonda para intentar descubrir si hay vida inteligente en el PP español, lo que desde luego no hay es patriotas ni personas con una visión a medio o largo plazo. ¡Ya no engañan a nadie!

La votación por la presidencia del Eurogrupo ha ido de “Cuanto peor mejor para todos y cuanto peor para todos mejor, mejor para mí el suyo beneficio político”. Y en eso son ustedes, señores y señoras del PP español, todos unos expertos.

Creo que el señor Casado no solo se ha tomado al pie de la letra la anterior frase del señor Rajoy, sino que quizás también esté aplicando esta otra:

“Lo que nosotros hemos hecho, cosa que no hizo usted, es engañar a la gente” Mariano Rajoy Brey

[En marzo de 2016, “admitió” por error que lo que ha hecho su Gobierno entre 2011 y 2015 es “engañar a la gente”. Sostuvo dirigiéndose al candidato socialista, Pedro Sánchez].