El racismo en España

Layla Dris Hach-Mohamed, nueva comisaria jefa del CNP de Jaén I Juande Ortiz

El pasado jueves día 9, Layla Dris Hach-Mohamed, tomaba posesión como nueva comisaria jefa del Cuerpo Nacional de Policía de Jaén, en un acto celebrado en la Delegación del Gobierno, donde juraba su cargo ante la Constitución Española, convirtiéndose en la cuarta mujer en dirigir la Policía Nacional en España.

Algunos medios de comunicación publican estos últimos días que la policía investiga una campaña ultra y racista contra esta agente de la autoridad, tras aparecer publicados en las RRSS numerosos mensajes de odio hacia ella, simplemente por el hecho de ser musulmana.

Desgraciadamente, el racismo en España se manifiesta cada vez con más frecuencia en nuestra sociedad y en diversas áreas, como en el deporte, en los medios de comunicación, y muy especialmente en la política, que con la irrupción de organizaciones de extrema derecha en países occidentales, con un discurso muy agresivo hacia los inmigrantes, provoca reacciones racistas y xenófobas, sobre todo en las RRSS, por parte de quienes aplauden ese discurso del odio.

Prácticas y actitudes que, perpetúan la discriminación y la desigualdad racial

Un ejemplo muy significativo del racismo institucional en la política ya lo pudimos comprobar en la Asamblea de Madrid, donde algunos medios de comunicación publicaban que la exdiputada Rocío Monasterio, hacia alusiones racistas contra el exdiputado Serigne Mbaye.

En Francia, más de 200 deportistas pidieron el voto contra la ultraderecha en las pasadas elecciones legislativas, encabezados por la estrella de la selección francesa de fútbol, Kylian Mbappe, que en declaraciones a los medios de comunicación afirmó su firme creencia en los valores de la mezcla, la tolerancia y el respeto.

El racismo en el deporte, especialmente en el fútbol, ha sido un problema persistente.

Los jugadores de origen africano o latinoamericano a menudo son víctimas de insultos racistas en los estadios, y las sanciones a los clubes por estos comportamientos son a menudo consideradas insuficientes.  

La falta de consecuencias severas para los actos racistas en el deporte puede contribuir a una cultura de impunidad, donde los comportamientos discriminatorios son normalizados. 

Un claro ejemplo de ello son las numerosas denuncias por delitos de racismo contra el futbolista del Real Madrid, Vinicius JR, donde la mayoría de ellas han sido archivadas por la "imposibilidad de identificar a los autores". 

El internacional de la selección brasileña afirmó en una entrevista en la CNN que, si España no logra "evolucionar" en cuanto al tema del racismo, no debería organizar el mundial de fútbol que se celebrará en el año 2030.

Otro ejemplo de racismo es la presencia en los terrenos de juego de las nuevas estrellas del deporte rey en este país, Lamine Yamal y Nico Williams y los insultos recibidos por algunos segmentos de la sociedad por defender la camiseta de la selección española de fútbol en la pasada Eurocopa, donde afortunadamente fueron protagonistas por sus grandes actuaciones sobre el césped, logrando alcanzar el título de campeones de Europa con el combinado nacional.

El papel que juegan los medios de comunicación a la hora de generar estados de opinión es fundamental, por lo que tienen el deber de hacer un uso responsable de la información y abstenerse de contribuir a la generación de discursos de odio.

El principio general 7 del código deontológico de la Federación de Periodistas de España, señala que deben abstenerse de aludir "de modo despectivo o con prejuicios, a la raza, color, religión, origen social o sexo de una persona".

La recomendación 10 de la Guía de Comunicación Migraciones y Diversidad, señala que "la información sobre el grupo étnico, el color de la piel, el país de origen, la religión o la cultura de una persona, habitualmente no es necesario ni relevante. Y el uso de estas descripciones con una finalidad tendenciosa, xenófoba o racista debe ser denunciada y rehusada por todos los medios de comunicación.

Tampoco es admisible la identificación de personas de un origen concreto con determinada actividad ilegal o delictiva, puesto que puede ser considerada como atributo o característica del grupo en cuestión. La tendencia a atribuir clichés de origen a las personas, disminuirá en función de la calidad de las informaciones...

Rechazar protocolos oficiales e ignorarlos significa ser cómplices, en este caso, de la difusión de informaciones y discursos racistas y xenófobos. Es tan discriminador quien promueve y actúa de manera discriminatoria, como quien lo difunde y solapa.

Y, por otra parte, nos encontramos con el "estercolero" en el que se han convertido las RRSS, donde muchos cobardes que, aprovechando el uso de perfiles falsos o el anonimato, escupen mensajes de odio con total Impunidad.

Los retos y desafíos para combatir el racismo institucional son la falta de formación adecuada en la sociedad en temas de diversidad y derechos humanos, que puede llevar a que se perpetúen actitudes racistas, ya sea de manera consciente o inconsciente. 

La desconexión con las comunidades diversas puede resultar en una falta de confianza y cooperación, lo que dificulta la labor de integración. Es fundamental implementar programas de educación, concienciación y sensibilización en todas las instituciones. 

Esto puede ayudar a cambiar actitudes y comportamientos

Fomentar por lo tanto la diversidad y el respeto por los derechos humanos es crucial. Esto incluye la creación de políticas que promuevan la inclusión y la representación de minorías en todos los niveles.

Y, por último, establecer y fortalecer mecanismos de denuncia para actos de racismo y discriminación es esencial. Las víctimas deben sentirse seguras al denunciar incidentes sin temor a represalias.