Sea usted un idiota, señor Vivas
Señor Vivas, sea usted un idiota. Tal como Pericles dijera, que “no es que consideremos a los que no participan en política como poco ambiciosos, sino como inútiles”. Y por eso eran llamados “idiotas”, de “idiotes”; que significaba “el que se ocupa de sus asuntos”, y como se llamaba coloquialmente a quienes no participaban en política en la antigua democracia ateniense.
Es un hecho tan cierto como impopular el axioma de que la democracia moderna se sustenta sobre un suelo de falacias. Su supuesto origen griego, la “conquista del pueblo” así como que el poder reside en el mismo, la importancia de un programa electoral, o que es un sistema basado en la desconfianza en el gobernante. Estas dos últimas, auténticas incongruencias tratándose la nuestra de una “democracia” representativa, que constituye una verdadera antítesis de la democracia ateniense primigenia. Si les mostráramos nuestro modelo a los Solón, Clístenes, o Pericles del pasado, reoxidarían gustosos de nuevo su envoltorio. Las elecciones ya se hacían para el sistema parlamentario más antiguo de Europa, el parlamento leonés, hace más de ocho siglos, cuyo origen está de hecho muy atrás, en el reino Astur desde apenas iniciada la reconquista, con lo que jamás fue nuestra democracia una conquista del pueblo. Ya el artículo 1.2 de nuestra CE establece que el poder reside en el pueblo. Algo difícil de entender cuando se eligen a personas en base a un programa electoral, para que ostenten el poder en representación de ese pueblo, lo cual implica además un sistema basado en la confianza. Los atenienses no confiaban, desconfiaban. Sabían que confiar, era ceder, y ceder, lo único que garantizaba limitar la figura de dictador dentro de un modelo dictatorial. Por eso los cargos eran cargos, porque llevaban consigo una carga, la de consultar verdaderamente cada decisión al pueblo en la ecclesía. Aunque al menos estos, elegidos por sorteo, debían pasar un examen de conocimiento… La confianza era, pues, antítesis del alma mater de la democracia ateniense. No era coincidencia que John Adams, primer vicepresidente y segundo presidente de EEUU y uno de los padres fundadores de la primera democracia moderna, dijera que “la democracia pronto degenera en una anarquía”. Prueba de ello sería el anarcocapitalismo del salvaje oeste. En definitiva, la democracia ateniense era la inversión de la pirámide de lo que constituye la pirámide jerárquica actual.
Ante este paradigma, y con una política local oligárquica, atendiendo al proceso de anaciclosis políbica y aplicándolo a nuestro contexto como degeneración de una aristocracia, como un salto semejante al que daría el psicoanalista Jean Claude Milner con su Rereading the revolution (haciendo lo propio con la revolución francesa), se podría decir sin mucho temor a equivocarse que es el tándem Vivas-Bel el que ha degenerado la política regional en tal dirección, y (por qué no decirlo) destruido al PP de Ceuta. El alcalde de Castillejos (Sr. Vivas), así como su secretaria general, la señora Bel, guardan en su haber el fabuloso record de haber apoyado siempre al candidato perdedor. De cospedalistas a sorayistas, y de sorayistas a (no… a casadistas no.…) a sanchistas. Al final, cual escorpión en círculo de fuego, han terminado suicidándose clavándose el aguijón haciéndose sanchistas antes de casadistas. No puedo dejar de admirar lo sublime de no acertar nunca pues, tal como acertar siempre, la inversa de algo conlleva siempre como núcleo ese algo, y no es menos admirable, por ende, ser oráculo de lo incorrecto como lo son el mejor alcalde de Castillejos y su pareja política, pues aun siendo oráculos de lo incorrecto, oráculos son…
Cuentan los astrofísicos que, para estudiar el Big Bang, buscan en el presente reminiscencias de las energías que aún son identificables y que se liberaron hace 13.800 millones de años. Y son los restos de esas reminiscencias del trotskismo del mejor alcalde de Castillejos lo que le ha valido crear una red clientelar en la ciudad de Ceuta, convirtiéndolo en una especie de Little Andalucía socialista, y la cual le salvó los platos en las últimas regionales, donde pudo beneficiarse de la influencia sobre sociedades municipales, Obimace, Brigadas Verdes, Amgevicesa..., influencia que en las nacionales no ha podido ejercer. En estos comicios, VOX ha duplicado en votos al PP en los distritos 1, 2, 3, 4, 5 y 6. Y dos han sido los factores que han hecho que, a pesar de que su partido aumente aproximadamente un 30% a nivel nacional, los del PP sanchista de Ceuta sean tercera fuerza con casi la mitad de votos que VOX: que esta vez no podían votar los ciudadanos de su ciudad, Castillejos, y que solo había una opción conservadora en la ciudad. VOX (ha sido muy gracioso ver a los afiliados del PP, no ya votando a VOX, sino haciendo campaña por VOX), No es de extrañar por ende, que el señor Vivas siempre obtuviera menos votos que los candidatos que iban a las nacionales (Paco Antonio, Juan Bravo, Paco Márquez…). Su alianza con el PSOE le ha pasado factura. La deriva que lleva actualmente el PP de Ceuta es tan clara como autolítica, y es la de convertirse en una formación en declive total, reduciendo de forma exponencial su representación en Ceuta, perdiendo fuelle ante el PSOE, perdiendo a todos los votantes de tendencia conservadora, y provocando una migración de todo el sector conservador de su partido a VOX (y en Ceuta hay grandes exponentes conservadores en el PP) donde deberán empezar de cero. Una prolongación de lo que ha pasado con Ciudadanos gracias a su ambigüedad, pero a nivel local.
Pero no tiene usted que tomar la “píldora roja” señor Vivas, puede elegir la “píldora azul”, puede ser consecuente y convertirse en un idiota. Puede usted salvar aun a su partido. Retírese dignamente, ceda a los conservadores de su partido la capacidad de decisión y en cuatro años tal vez su partido pueda dar un paso positivo en ¿por qué no pensarlo? Una “España Suma” que desbanque a los necrófagos amigos de Bildu con quienes ahora gobierna usted la ciudad de Ceuta, y que sería inviable con alguien como usted, que prefiere pactar con el PSOE ¿Por qué ha perdido todo lo que ha perdido mientras la ciudad de Melilla obtiene resultados inversos?
Por ende, señor Vivas, y se lo digo desde el respeto, sea usted un idiota al estilo ateniense y dedíquese a sus cosas. Es hora de que se plantee usted una dimisión honrosa y deje de ser el alcalde de Castillejos. Y no olvide esto, señor Vivas, le diré algo que todo conservador liberal respaldaría: MARXISMO DELENDA EST.