Vayas donde vayas, encontrarás inmigrantes
Wuppertal (Alemania) Serial: “Un español en Alemania”, cap. nº 161
Yo mismo al estar aquí, en Alemania, soy parte de esa historia de la inmigración. Contribuimos mucho haciendo nuestra parte para poder servir, trabajar y disfrutar de la vida, la migración es dura, fue difícil dejar a mi familia en España, porque estoy muy conectado a ellos. Llegar a un lugar donde conoces a pocas personas, no conoces el idioma, ni las costumbres, necesitas adaptarte a la situación y al lugar.
A la larga lo que más extraño de mi familia es su amor. Dondequiera que vaya como inmigrante, quiero dejar un legado, qué es cómo he servido, cómo he impactado la vida de los demás emigrantes.
Ser extranjero, a menos que uno se obligue a cambiarse el chip, te deja muchas veces entre la añoranza de la vida que se tuvo y el desconocimiento de la vida que se tiene.
Los inmigrantes españoles ocupan empleos desechados por los alemanes
No cabe ni un mensaje racista contra nosotros los trabajadores inmigrantes en Alemania porque nosotros somos la base del mercado laboral en agricultura y cuidados de mayores, recogida de basura, más y más trabajos sin cualificar.
El mercado laboral en Alemania sería muy distinto sin nuestra presencia nosotros trabajadores extranjeros en Alemania. Estos empleados centran su actividad en dos sectores muy bien definidos: el de la agricultura y ganadería y el de los cuidados de las personas mayores, recogida de basura de las grandes ciudades. De hecho, en estas dos áreas acaparan el 90% de los puestos de trabajo en Alemania. Así lo atestiguan los datos estadísticos, que revelan que a lo largo del pasado año 2021 la contratación entre la población activa inmigrante aumentó un 83%, a la par que el desempleo descendía en un 28% en Alemania. Son cifras que ponen a las claras la demanda que hay de mano de obra en los dos sectores.
Esta tendencia pone de relieve que la población extranjera ocupa un nicho de empleo que los trabajadores nacionales no quieren cubrir, por las exigencias físicas que requiere. Así lo manifiestan portavoces de la Asociación de Apoyo al Inmigrante en Alemania, que en los últimos meses recibe más peticiones de empresarios en busca de trabajadores para cubrir su plantilla. Normalmente son puestos de trabajo con poca formación, pero con exigencia física. Los nacionales prefieren cobrar algún tipo de prestación o buscar empleos sin tanta dureza física.
Una consecuencia indirecta de la demanda de trabajo de los inmigrantes es que los municipios en riesgo de despoblación o con pérdida continua de habitantes consiguen mantener su censo, ya que muchos empleos están en el medio rural.
Los trabajadores inmigrantes en Alemania son fundamentales para mantener la economía provincial, en la que un pilar fundamental es el sector agroalimentario. Además, el envejecimiento de la población hace que muchos de los mayores se mantengan en sus domicilios gracias a la asistencia de cuidadores, en su mayoría extranjeros.
Por lo tanto, no cabe ni un mensaje racista contra nosotros los trabajadores inmigrantes, porque somos la base del mercado laboral en agricultura y cuidados de mayores y son los nacionales los que desechan esos puestos de trabajo, al considerar que son demasiado duros o no están bien remunerados. De tal forma, que hay que valorar a aquellas personas que dejan su país de origen, a miles de kilómetros de distancia, y en muchas ocasiones a sus familias, para trabajar en Alemania. Sin ellos muchas empresas y explotaciones agropecuarias no serían viables, porque los trabajadores nacionales desprecian esas ocupaciones, cuando sin ellas sería impensable que la economía se mantuviera.
La memoria se pierde demasiado pronto, porque hace unas décadas los españoles, los que emigraban de España a Alemania para realizar los trabajos más bajos que los habitantes de los países más desarrollados desechaban, hoy día, en pleno siglo XXI la historia se repite y se repite, pero como dice el refrán popular:
«Ni mandes a quien mandó, ni sirváis a quien sirvió».