Historia de una migrante prostituta
Wuppertal (Alemania). Serial: “Un español en Alemania” cap. nº 181
Soy de Guatemala, el ‘país de la eterna primavera’, soy una migrante más en Alemania, emigré a España y tuve suerte de acceder a la nacionalidad española, siendo madre soltera de tres niños, tuve que ejercer la prostitución para sacar a mis hijos adelante pero no me avergüenza.
Una migrante es alguien que tiene el valor suficiente para dejar sus raíces atrás sabiendo que las personas que estuvieron con en su momento a lado, tal vez no las vuelva a ver, sabiendo que entrará a un país donde no conoce a nadie y tiene que adaptarse a un nuevo estilo de vida, al cual no pertenece.
Un migrante es aquel que por razones propias decide dejar todo para obtener algo que no tiene en su país, por peligro o miedo, pero también es alguien que lucha fuerte por sus sueños sin importar las pruebas que vengan. Es aquel que no se avergüenza de ser inmigrante y demuestra el saber de su país.
En este momento estoy en la escuela aprendiendo el idioma alemán. Soy parte de muchos grupos apoyo a mujeres víctimas de malos tratos y sacando a muchas mujeres de habla hispana de la prostitución.
Emigré de mi país hace doce años. Salí en octubre de 2010 y llegué a España, después de tener que ejercer la prostitución tuve acceso a mi residencia y luego optar por la nacionalidad española. En diciembre del 2020 emigre a Alemania en calidad de ciudadana europea, empecé a ir a la escuela cinco días después de haber llegado y desde entonces estudio alemán con un nivel de B2.
Muchas de las razones por las cuales decidí emigrar a España fue por el peligro, la economía de allá (Guatemala) y, por los sueños y metas que tenía, pero también sentí que podría ser alguien importante en la vida y para quienes me rodean. Yo quería ser alguien pero para eso necesitaba un buen estudio lo cual en mi país es difícil, entonces para lograr eso tuve el valor suficiente para dejar a mi familia, aventurarme a experiencias y desafíos nuevos los cuales me iban a derribar, pero en mi estaba el volverme a levantar y seguir luchando.
Para poder llegar aquí, tuve que ver a mi madre llorar porque su única hija se estaba alejando de ella, tuve que ver a mis hermanos llorar porque tal vez no nos volveríamos a ver. Tuve que tomar la decisión más difícil en mi vida, luego tuve que viajar en autobús, taxi, avión, bote (barco), a pie y en carro (vehículo).
Un consejo que le puedo dar a alguien que está pasando lo mismo que yo pasé es que nunca mire hacia abajo ni pierda las esperanzas, nunca se rinda porque cuando menos se lo espere cosas buenas pasarán en su vida. La vida no es fácil, pero nada es imposible. Busca maneras de levantarte, recuerda el porqué estás haciendo esto, recuerda el motivo, piensa en las personas, en lo que quieres que piensen de ti, en lo que piensas de ti mismo. También puedes apoyarte en las personas a tu alrededor. Que no te de vergüenza decir ‘necesito ayuda’, sola no podrás, pero si buscas ayuda y te enfocas, nada será imposible.
Gracias a todas las experiencias que he vivido y personas que he conocido, y la ayuda que he recibido para salir de la prostitución y llegar a tener una vida digna.
No te sientas mal por lo que has pasado. Si en tu país has pasado por muchas cosas malas, aquí en Alemania lo puedes superar y estar sin preocupaciones. No te des por vencida, fue difícil la llegada, pero será hermoso tu futuro: “lograrás todas tus metas y sueños”.
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