Aquí huele a podrido que apesta
La política que se está llevando en nuestra ciudad no es ningún campo de amapolas, actualmente es un campo de batalla, por ello hoy hay que buscar una forma de hacer las cosas más humanas, sobre todo viendo los convulsos días que padece nuestra urbe con acontecimientos políticos que a todos y cada uno de nosotros como ceutíes nos tendría que hacer reflexionar, respecto a quien vamos a votar estas próximas elecciones municipales.
La humildad, la capacidad de diálogo, reconocer los errores propios y un compromiso con la acción y no solo con la palabra, serían algunos de los ingredientes para querer cocinar una política dirigida al bien común y no a las satisfacciones personales y políticas, tal y como ocurre actualmente. Tiene que existir un compromiso político y humano donde existan sinergias con los ciudadanos creando una sociedad que no se conforme nunca con lo peor.
No quiero ser un ingenuo, pero el presente político está plagado de individuos que solo buscan el poder. Por ello existe una sensación creciente de inseguridad colectiva unida a la desorientación política que estamos sufriendo por el caos que lleva instalado en Ceuta durante décadas, dando lugar a la aparición de líderes sin escrúpulos deseosos de poder a toda costa, estos mismos polarizan buscando chivos expiatorios con puntos débiles, pretendiendo desviar la atención de los problemas reales de los ciudadanos, líderes que mienten como bellacos capaces de urdir estrategias con tal de conseguir lo que quieren. Algunos tienen tantas ganar de conseguir sus objetivos, que venden su alma al diablo.
Queridos lectores, os pido que mantengáis en vuestras retinas lo sucedido con el doctor Javier Guerrero, donde existen personas que expresan que lo sucedido no es una trama. Siempre como ciudadano, confiaré en la justicia y en los jueces. A la justicia se accede por una dura oposición, a la cúpula de la justicia, no, nuestro país es el único de la Unión Europea donde los jueces del Supremo y otros tribunales importantes son nombrados supuestamente sin un verdadero concurso de méritos, lo penoso de esto es que son nombrados por decisión directa del poder político.
Para aquellos dirigentes ignorantes que no conocen la conciencia política, decirles que es aquella que se basa en la empatía como factor determinante de habilidades sociales propias de un líder político. Parece ser que dicha habilidad en nuestros dirigentes, brilla por su ausencia.
La maldad del ser humano supera cualquier película de terror. No somos conscientes de ello, hasta que nos toca vivir algo parecido a lo que está sufriendo Guerrero. Lo ocurrido estos días en nuestra ciudad, ratifica mi pensamiento y este no es otro que Ceuta necesita cambios drásticos, con nuevas caras y métodos, eliminando de una vez el tufo a podrido instalado en el ambiente. Apesta.