Los planes de “desempleo”
En 2015 la tasa de paro en Ceuta era del 23,3 %. En los últimos cuatro años ha subido hasta el 24%, conforme a la Encuesta de Población Activa (EPA) que se acaba de publicar, y nos seguimos manteniendo irremediablemente a la cola del paro nacional desde tiempo inmemorial, siendo Ceuta la comunidad autónoma con más paro de toda España, más incluso que Melilla. Mientras, las autoridades encargadas de velar por que eso mejore se dedican a tirarse los trastos a la cabeza, en vez de intentar crear las condiciones necesarias en la ciudad para que se genere algo de empleo y bonanza económica. Ha tenido que quitar la Delegación del Gobierno al Gobierno local la competencia sobre los mal llamados “planes de empleo”, para que al presidente de la Ciudad se le encienda la bombilla y reconozca que tiene ideas para que los planes de empleo no sean “pan para hoy y hambre para mañana”… Lo cierto es que los planes de empleo jamás has servido para eso, para formar a desempleados, ¿o conocen ustedes a alguien que haya trabajado en ese plan y hubiera obtenido alguna formación? No hace mucho la prensa se hacía eco de una denuncia de Ciudadanos de cómo
El plan de empleo se han convertido, año tras año, en una especie de reparto de “prebendas”, en un regalo de la “magnanimidad” de la administración local que permite a las familias más desfavorecidas sobrevivir durante unos meses al año, de forma que construyen su subsistencia entorno a eso. También han servido para cubrir necesidades estructurales evitando la creación de puestos de trabajo, por ejemplo entre los trabajadores de apoyo en los colegios públicos de la ciudad…Para lo que nunca han servido es para formar a desempleados o generar oportunidades.
Es evidente que Ceuta tiene muchas limitaciones para crear empleo, pero compete a las autoridades, a todas, gestionar los recursos que sean propios para incentivar la economía y por tanto el empleo local. ¿Qué futuro nos espera si nos limitamos a limosnear el dinero del estado, si además el estado nos racanea la inversión pública como ha hecho el PSOE en los presupuestos que ha presentado, reduciéndola en un 24%? Pero resulta que la gestión que se hace tanto local, como estatalmente de las dos principales limitaciones, el puerto y la frontera, en vez de servir para generar riqueza sirve para todo lo contrario: ahogar el desarrollo socioeconómico. ¿Saben ustedes que no es posible descargar un contenedor de mercancías en el puerto de Ceuta porque no hay grúas? ¿Conocen algún otro puerto del Mediterráneo en esas condiciones? ¿Entienden lógico que después del año de escándalos que llevamos, y de que salga despavorido el último presidente, pese a tener unas capacidades difícilmente mejorables para gestionar el puerto; entienden que ninguna autoridad en la ciudad estime oportuno intervenirlo para “sanearlo” y ponerlo de verdad al servicio de la ciudad?
El turismo, tanto el procedente de la península, como el procedente de Marruecos, se convierte en misión imposible porque llegar a Ceuta es hipercaro para un no residente y la frontera es un tapón de interminables horas de espera. De nada sirve desplegar en FITUR todas las maravillas de la ciudad mientras tengamos esos dos enormes hándicaps.
Pese a que es evidente que el turismo debiera ser uno de los mayores motores de dinamización, generador de empleo y de ingresos, ninguna administración lucha realmente por lograr ese objetivo. Porque el turismo no genera mayor riqueza a la ciudad: sintomático es que dos empresas públicas directamente relacionadas con el turismo, como son el Hotel Puerta de África y el Parque Marítimo del Mediterráneo, generan pérdidas a las arcas locales, y ello pese a que el hotel se llena y en verano en el parque no cabe una tumbona mas…
La triste realidad es que después de casi veinte años de gobierno con mayoría absoluta del PP la ciudad no ha experimentado el menor auge económico y seguimos estando a la cola de todos los indicadores nacionales. No es de recibo que el presidente de la ciudad en su discurso de Navidad hable de que hay que apoyar la actividad productiva, el comercio, el turismo porque es tanto como decir que no lo ha hecho en los años anteriores; y es que hechos son amores y no buenas razones o intenciones.