Contra el bienestar de los ciudadanos
Éxito sin paliativos de la última edición de la carrera Cuna de la Legión: inyección económica pero sobre todo proyección positiva de nuestra Ciudad. Pero para los socialistas este evento ha sido un fracaso rotundo alegando problemas de tráfico.
Muchos se preguntan cómo es posible que exista la crítica a un tipo de turismo, el deportivo, que activa la economía de las ciudades que lo reciben y las promociona en ámbitos territoriales diversos. La respuesta está en la manifiesta y tradicional incapacidad de los socialistas en la gestión de la economía y en la creación de riqueza, y en el escozor que les produce ver que otros lo hacen.
Repasemos la triste historia de un partido especialista en destruir todo rastro de buen funcionamiento de la economía. Cuando Felipe González perdió el poder, dejo al país sumido en el lodazal de la corrupción y la economía quebrada con un paro del 20% y un déficit publico del 5,5%. Todas estas variables económicas se invirtieron durante el gobierno Aznar, reduciéndose el paro al 11%, creciendo la economía al 2,5% y dejando un superávit de las arcas públicas.
Con Zapatero se volvió a la destrucción de la economía, esa que tanto esfuerzo cuesta a los españoles levantar para que los socialistas vuelvan a destruir. Volvimos a un paro del 24% y a un déficit público del 9,6%. Y de nuevo tuvo que ser un gobierno de la derecha el que nos sacara de uno de los mayores agujeros económicos de nuestra historia: reducción del paro hasta el 14% y del déficit hasta el 3%.
Pero llegó Sánchez y su muy “necesaria” moción de censura y volvimos a la destrucción concienzuda del bienestar de los ciudadanos y en tan solo nueve meses provocó la mayor destrucción de empleo ocurrida desde el inicio de la recuperación económica, dejando un inmenso agujero presupuestario de 16.000 millones de euros y a la industria española en recesión por primera vez en años.
Esta es la realidad de la gestión económica de la que son capaces los socialistas y la explicación de su actitud ante la posibilidad de una mejora de las condiciones económicas de los ciudadanos a los que dicen servir. En lo único que son unos auténticos líderes de la gestión es en lo relativo a la creación de crispación y a la inducción al enfrentamiento. Como dijera el gran maestro en hundir la economía, el inmarcesible ZP, lo que nos conviene es que haya tensión.