¿Marroquinizar o españolizar?, ¿qué hace Digmun?

La educación es nuestro objetivo principal

No he dejado de buscar el significado de “marroquinizar” y no encuentro ningún diccionario de la lengua española que haga referencia a esta palabra. Supongo que será un término inventado por este grupo político con el fin de nombrar a alguna acción deshonesta y malvada que realizamos con nuestro alumnado de origen marroquí, imprimiéndoles cualidades que perjudican considerablemente a la población ceutí.

Sí he encontrado el término “españolizar” que tiene un significado muy claro y conciso: “Imprimir rasgos, cualidades y costumbres que se consideran propios de España”. “Dar carácter español a una persona, un país o una cosa”.

Según esta definición, Digmun no está “marroquinizando” a su alumnado porque teniendo en cuenta que todos nuestros talleres son educativos y no asistenciales, y que alguno de ellos les corresponde impartirlo a la Ciudad por tratarse de menores que están bajo su custodia, lo que hacemos en estas clases es “españolizar” a nuestros alumnos, ya que el objetivo fundamental de nuestra práctica educativa es la enseñanza del español a través de distintos programas.

No solo les enseñamos español, sino que también los acercamos a la cultura, costumbres y formas de vida de nuestra ciudad. Se realizan actividades relacionadas con la Constitución, con las fiestas patronales, con las festividades más representativas como son la Mochila o el Carnaval. En definitiva, se pretende que tengan conocimientos del entorno donde viven, estudian o trabajan.

En definitiva, llamar a Digmun, asociación marroquinizadora está muy lejos de la realidad, a no ser que se refieran con ello, a que estamos trabajando con usuarios musulmanes, que no son de su agrado y que a través de nuestros talleres somos los responsables de la llegada masiva de extranjeros a nuestra ciudad, fomentando así, el efecto llamada.

Eliminar “el chiringuito” que es como ellos llaman a las asociaciones que trabajamos, en su mayoría, con musulmanes, sería su objetivo y así con

seguirían, según ellos, “el exterminio de la población de origen marroquí”.

Mucho poder debe tener nuestra asociación para que quieran eliminarla, retirando una subvención que equivale casi al precio de las farolas de la Gran Vía y de algunas esculturas de Ceuta. Subvención que se invierte en su totalidad en educación, ya que el verdadero objetivo de nuestra asociación es educar a los colectivos más desfavorecidos que no tienen acceso a una enseñanza reglada en nuestra ciudad, enseñándoles la lengua y la cultura españolas, para facilitar así su adaptación al país de acogida, evitando que surjan enfrentamientos de índole racial o cultural y mejorar así la convivencia.

La educación es la única arma capaz de combatir la intolerancia y la falta de respeto, haciendo que ninguna persona se sienta superior o inferior al resto

Maribel Lorente, presidenta de Digmun