Una vez más el Tribunal de Cuentas suspende a Ceuta en Igualdad

TC

Desde Búscome, hemos querido pronunciarnos ante los datos publicados por el Tribunal de Cuentas, que estable el hecho de que Ceuta está a la cola en las políticas de igualdad, puesto que las mujeres únicamente tienen una representación del 35% de la plantilla de la Administración local sin contar a sus empresas municipales y organismos autonómicos.
El 23% están en los altos cargos y el 60% de las mujeres en una situación precaria, algo que visualiza de una manera evidente la desigualdad. El Gobierno de la Ciudad, no ha tenido nunca la intención de mejorar este análisis, pues no es la primera vez que el Tribunal de Cuentas da un tirón de orejas al ejecutivo de Vivas, sobre todo en el hecho de que jamás sacara, ni tiene la intencionalidad de hacerlo, los presupuestos desde la perspectiva de género.
Afirmamos que la oposición tampoco ha hecho nada en este ámbito, debido a que nunca una enmienda ha ido a plantear que los presupuestos se ajustaran a la Ley de Igualdad.
Decimos que el Tribunal de Cuentas también lamenta que la Ciudad no haya establecido, tal y como obliga la Ley, el principio de transversalidad de la igualdad en todas las disposiciones normativas de las Administraciones Públicas, en las políticas públicas, así como en el desarrollo de cualquier actividad promovida por el Gobierno.
También denunciamos la escasez de partidas económicas para trabajar la igualdad y la dejadez de funciones a la hora de renovar el Plan de Igualdad entre mujeres y hombres, que detallamos que ha finalizado su vigencia y aún no se ha aprobado el IV Plan, algo que demuestra la falta de compromiso y de creencia de un área que lo único que tiene en Ceuta es el nombre.
Pero realmente, no podemos esperar nada de un Gobierno que da la espalda a las mujeres en el mismo momento que se alinea con la ultraderecha. Y no únicamente a las mujeres, sino a todo un sistema democrático de hombres y mujeres que anhelan una sociedad sin discriminación.
El patriarcado se ha instalado en esta ciudad y se ha roto todo el consenso de unidad en la lucha contra la violencia de género. Si antes había lentitud, ahora no hay ni vergüenza. Pues eliminar partidas claves en la lucha contra el machismo, negar la violencia de género y aceptar el discurso misógino, es no tener moral ni dignidad.