Los datos que no quiere ver Vox sobre la igualdad y que ponen en peligro a las mujeres
Búscome ha querido mandar un comunicado para aclarar distintas matizaciones a raíz del artículo de opinión que lanza VOX y que nos nombra, para intentar pedagógicamente desmentir una serie de insinuaciones como el término feminazi o que la Ley Integral contra la Violencia de Género es discriminatoria e injusta.
Vox debería saber que el término feminazi fue inventado por Rush Limbaugh, un conservador antiaborto del Partido Republicano de Estados Unidos, defensor de Donald Trump. En su libro compara a las feministas a favor del derecho a decidir con los nazis, refiriéndose al aborto como un “holocausto moderno”. También hay que recordar lo que publicó Gloria Steinem en 1996, al decir que durante el nazismo Hitler declaró la guerra al feminismo, y muchas mujeres tuvieron que huir de Alemania y otras fueron asesinadas en campos de concentración. Las clínicas de planificación familiar fueron cerradas y el aborto fue declarado un crimen de estado, algo similar a lo que pretende Vox. Búscome recuerda que la presidenta de Vox de Sevilla compartió la frase “abortar es como contratar a un sicario para solucionar un problema”.
En esta misma línea, Búscome confirma que nunca ninguna otra Ley, como la Ley Integral contra la Violencia de Género, fue objeto de tanto rechazo por culpa de quienes se sienten intimidados y amenazados. El Código Penal también castiga otros muchos delitos y no vamos por ahí diciendo que es discriminatoria contra quienes los cometen. La Ley contra la Violencia de Género persigue a los hombres, sí, pero a los hombres que maltratan. Y es este razonamiento el que nos hace pensar que son únicamente los machistas y patriarcales los que se sienten temerosos.
El único terrorismo que condena Vox es el de ETA, cuando el machismo ha asesinado a muchas más mujeres. La Violencia de Género es la violencia que se ejerce contra la mujer por el simple hecho de ser mujer, por eso hay que diferenciarla del resto de tipos de violencia, como se diferencia en el Código Penal los actos racistas y xenófobos para condenar clases específicas de delito. Si se hizo la Ley de Género no fue por capricho, sino porque la proporción de mujeres asesinadas es vergonzosa. Hacer una Ley Intrafamiliar es minimizar la mayor lacra social que tenemos actualmente, no reconocer que el Género es el motivo. Comparar todas las agresiones y todos los asesinatos es no querer atajar la raíz y la causa de estos crímenes machistas. El Código Penal ya condena las agresiones y asesinatos que se producen dentro del ámbito familiar, pero debe de existir una diferenciación contra las agresiones que se producen contra las mujeres, que son las víctimas de la desigualdad.
La Violencia de Género, es decir, la violencia que se produce contra la mujer por el hecho de ser mujer es un medio, la causa es la desigualdad y el poder patriarcal que ha existido a lo largo de la historia. Y en esa desigualdad era primordial crear una Ley que compensara y que reconociera que tenemos una estructura patriarcal. Y esto no lo dice Búscome, esto lo ampara los datos a lo largo de la historia de la humanidad.
El Consejo del Poder Judicial recopila, como ha expuesto la SER, tanto el número de hombres como de mujeres que mueren en el ámbito de la violencia doméstica a manos de sus parejas o exparejas. El 30% de los delitos de homicidio y asesinato de hombres en el ámbito de su pareja, fueron asesinados por hombres. Las estadísticas recogidas desde 2008 hasta la actualidad recogen un total de 554 asesinadas (88%) y 67 asesinados (12%). Los datos del segundo trimestre de este año relativos a condenas por violencia de género dejan un 98,9% de hombres condenados frente a un 1,1% de mujeres condenadas. Las estadísticas dejan un porcentaje de 0,078% (96) de condenas por denuncia falsa frente a las 1.222.172 denuncias interpuestas desde 2009, con el porcentaje ascendiendo ligeramente hasta el 0,01% (131) si sumamos los casos que todavía están bajo investigación. Los últimos datos, correspondientes al segundo trimestre de 2018, reflejan que del total de hombres condenados (9.142) un 71,7% (6.560) eran españoles y un 28,2% (2.582) eran extranjeros, algo que también desmiente la xenofobia de quienes quieren hacer creer que los asesinatos machistas son cometidos por inmigrantes.
Búscome también dice que querer poner un muro en las fronteras de Ceuta y Melilla no es querer acabar con las mafias, como tampoco lo es afirmar que los inmigrantes llegan para robar y agredir, cuando la realidad es que la inmigración ha asumido muchos empleos pocos atractivos, tal y como ha pasado en el El Ejido, que ahora es mucho más rica.
En definitiva, Búscome insiste en que el discurso hay que ganarlo con datos y argumentos, y tirar por tierra todos los derechos conseguidos, sobre todo los referidos a las mujeres, es ponernos más en peligro. El feminismo es la lucha para que las mujeres y los hombres tengamos los mismos derechos, y aún seguimos siendo las asesinadas, violadas, explotadas, las que cobramos menos y las que no alcanzamos puestos de responsabilidad, a pesar de tener cuotas, que también quieren eliminar.
Si es con una Ley de referencia mundial que nos protege y seguimos estando en peligro, acabar con ella es la peor barbaridad en la historia de la democracia.