Tres supervivientes del trayecto de la muerte explicaron el éxodo sobre aquel episodio
Las mujeres son las principales protagonistas de la organización de la supervivencia, de la vida cotidiana y del sostenimiento de las familias en la resistencia y la lucha contra el fascismo.
Dos hombres y una mujer, supervivientes del genocidio cometido por las tropas fascistas contra la población civil que huía de Málaga a Almería en 1937, participaron el viernes 6 de mayo en la presentación del primer congreso internacional “La Desbandá, un siglo de luchas populares antifascistas”, que tendrá lugar en Mollina, Málaga, del 28 al 30 de octubre próximos.
Organizada por el Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar y la Asociación Casa de la Memoria, la presentación se hizo en la Casa de la Memoria La Sauceda, en Jimena de la Frontera, en un salón de actos lleno de público y con algunas personas que tuvieron que seguir el acto desde la biblioteca contigua.
Los tres supervivientes fueron Ana Pomares Ruiz, que cumplió 9 años el mismo día que comenzó el éxodo de decenas de miles de personas que huían del terror fascista, Alberto León Díaz, que había nacido dos meses antes en Fuengirola cuando su familia, junto a buena parte de la población de Jimena, huía hacia Málaga y Manuel Triano Simón, que no llegaba al año de edad cuando, en brazos de su madre, hizo el camino que llevó a su familia hasta Alicante. Los tres contaron parte de la peripecia vivida por sus familias en aquel éxodo, pero antes, Luis Naranjo presidente del comité científico del congreso y María José Montero Corominas, delegada de la Asociación La Desbandá
en Cádiz, explicaron que es la citada asociación y qué pretende con el congreso de octubre.
Luis Naranjo anunció que entre los expertos extranjeros que participarán en el congreso está Paul Preston, el hispanista británico, uno de los mejores conocedores que lo que fue la guerra de España y, el nacimiento y mantenimiento del régimen fascista en este país. Preston enviará una comunicación, una de las formas previstas, pero no la única, en que pueden participar los interesados en asistir al congreso. Las otras son las ponencias, las mesas redondas y los debates abiertos que se organizarán el último día. Los interesados en presentar comunicaciones tienen tiempo de hacerlo hasta finales del mes de mayo. Luis Naranjo explicó que hay tres grandes temas que estarán presentes en todas estas actividades:
Primero, el objetivo social de consolidar en el discurso científico dominante y en el de los grandes medios de comunicación que lo sucedido entre Málaga y Almería en febrero de 1937 es el precursor de los grandes genocidios cometidos por los fascismos europeos en la Segunda Guerra Mundial.
Segundo, que la resistencia popular y la memoria, europea y global, son sustancialmente antifascistas y que en ella debe inscribirse lo sucedido en este país.
Tercero, que fueron las mujeres las principales protagonistas de la organización de la supervivencia, de la vida cotidiana y del sostenimiento de las familias en la resistencia y la lucha contra el fascismo.
Naranjo anunció que entre las historiadoras que participarán en el congreso están Mirta Núñez Díaz-Balart, discípula del gran hispanista ya fallecido Julio Aróstegui, el que fuera presidente honorífico de la Cátedra de Memoria Histórica del siglo XX de la Universidad Complutense de Madrid y Encarnación Barranquero, historiadora malagueña, una de las mejores conocedoras de lo que fue La Desbandá.
María José Montero, también integrante del comité científico del congreso, explicó la labor que hace la Asociación La Desbandá
. Destacó la ruta senderista Málaga–Almería que organiza cada febrero en conmemoración de aquellos sucesos y en honor a sus víctimas, y que ya ha alcanzado su séptima edición.
Los recuerdos personales y las reflexiones de los tres supervivientes y los de los hijos, hijas y nietos y nietas de otras familias que estuvieron en aquella huida pusieron la emoción y el calor humano al acto en Jimena. Hablaron:
Ana, Alberto y Manuel, pero también Helios López, nacido en Francia, hijo de Juan López, soldado de la República que pudo reunirse en ese país con toda su familia que había huido desde Jimena. Helios recordó emocionado a su padre, que nunca perdió el contacto ni el recuerdo de su tierra, y expresó su orgullo porque él mismo hoy es ciudadano francés, pero también español.
Habló Fermín León, sobrino de Alberto, que recordó a su abuelo, que murió sólo en el exilio francés, y repitió la canción que su madre, Pasionaria, que fue expulsada por los gendarmes de vuelta a España junto a su madre y hermanos y que, a sus 94 años, sigue hoy cantando canciones en recuerdo de los refugiados que cruzaron la frontera por los Pirineos para salvar la vida.
Habló también Juana Domínguez Ortega, vecina de Algeciras, que narró lo sucedido a su abuela paterna y a una de sus tías abuelas, capturadas ambas por las tropas italianas cuando huían hacia Almería, llevadas a la cárcel de Málaga y después fusiladas. Y Juana añadió:
“Todavía estamos esperando que nos pidan perdón… Alguien nos debe pedir perdón por el asesinato de dos mujeres inocentes”.
Un cortometraje con los testimonios de mujeres y hombres que vivieron aquellas huidas, primeros a Málaga y luego a Almería, pudo verse también en el acto de presentación del congreso.