Santuarios esperanza: la visión de un antiespecista para un mundo sin explotación animal

Santuarios esperanza: la visión de un antiespecista para un mundo sin explotación animal
Celeste Marcóniz
Celeste Marcóniz

“Todos los animales, ya sean domésticos o salvajes, tienen derecho a la libertad y a vivir según sus intereses y necesidades, sin ser explotados”. Esta declaración realizada por el antiespecista Oliver Sánchez Roldán, plantea una reflexión profunda sobre la igualdad de todos los animales. La misma que enfatizó recientemente en una marcha por la lucha antiespecista que tuvo lugar en Barcelona.

Roldán, abordó los principales desafíos que enfrentan los animales no humanos, desafíos que, según él, se repiten en muchos países. En su intervención, remarcó la importancia de erradicar la doble moral presente en las sociedades, por ejemplo, en las escuelas, donde se promueve el cuidado de los animales llevándolos de visita a las granjas, pero al mismo tiempo se les enseña a consumir productos derivados de ellos.

Si bien sostuvo que, en España hay una larga tradición especista, tanto en festejos populares como en el consumo de productos de origen animal (carne, leche y derivados). También destacó que existe una tradición de defensa de los animales, con personas antiespecista que han luchado por su libertad y bienestar, presionando a las administraciones y manifestándose en las calles para denunciar su situación de indefensión.

-¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan los animales en España?

Como en el resto de los países, los animales son considerados máquinas de producción, como seres que no tienen ningún tipo de sensibilidad, ni dolor, en beneficio de la especie humana.  No son respetadas sus vidas, ni sus familias, ni su libertad. No son considerados individuos sintientes.

-¿Cómo cree que la cultura española influye en la percepción de antiespecismo?

Las acciones concretas para promover el antiespecismo son tan variadas como los colectivos que defienden sus intereses; derecho a la libertad, tanto protestas en la calle, como difusión de las ideas de antiespecistas, señalar a empresas y lobies que explotan animales, como boicotear la caza.

En España hay una tradición de boicotear la caza de zorro en la comunidad de Galicia. Eso también depende de cada uno de los colectivos, se marcan los objetivos y se va hacia ellos.

También hay un buen trabajo de editoriales como 824 y existen asambleas antiespecistas en varias ciudades de España. A nivel individual, el antiespecismo implica excluir de nuestras vidas toda acción que implique el uso de productos de origen animal, ya sea en alimentación, vestimenta, transporte a sangre.

-¿Qué acciones concretas se están llevando a cabo en el país para promover el antiespecismo?

Una de las claves de la sociedad futura es la educación y que se deje de utilizar la doble moral: Llevar a niños a granjas, enseñarles la cerdita o cabrita bebé y después en el comedor le sirvan carne de cualquier animal. Queremos una sociedad que eduque a los niños en el respeto hacia los animales, que respeten que haya personas con familias antiespecistas y se incluya una alimentación vegana en las escuelas públicas.

-¿Qué opinas sobre la legislación actual en España en relación con los derechos de los animales?

Son insuficientes, porque se basan en criterios sesgados, porque se respeta la vida a los animales mal llamados mascotas, como perros, gatos, etc, pero se sigue sin legislar para terminar con los festejos taurinos de cualquier índole. Que un animal tire de un carro y sea visto como algo tradicional eso no quita que suponga sufrimiento para los animales. Entendemos que esto es debido a que los lobies de presión, ya sea el lobby cárnico, el lobby taurino o el lobby cazador, tienen una influencia bastante importante en todo el arco de la clase política de este país, con lo cual se va a legislar a medias.

Creemos que la única solución es la concienciación, caminar la calle y poner encima de la mesa el debate, aunque suscite polémicas. Hasta que todos seamos libres, no vamos a parar.

-¿Cuál es la primera acción que realizarían si los animales llegaran a ser libres?

Es lo que nos pregunta mucha gente. En caso de que así sea, existen lugares llamados “santuarios de animales”, donde son llevados de forma legal o ilegal. El término legal o ilegal no nos importa mucho en el sentido de que la ilegalidad moral es que sus vidas sean tratadas como comer recursos y la legalidad es lo que permite todo esto.

En función de esto, los santuarios de animales son lugares donde van a ser cuidados con atenciones veterinarias, van a interactuar con animales de su especie o de otras especies. Y esos animales que muchas veces viven en situaciones muy precarias y perjudicadas a nivel de salud, tanto física como mental, van a acabar sus días bajo el sol. Vivir su vida bajo el sol no es algo casual, ya que muchos animales solo ven el sol cuando van camino al matadero. Es la única vez de su vida que el sol de la calle y les toca la cara. Es lo único que experimenta lo que es parecido a la libertad.

Entonces todo esto es algo que aún no es muy conocido, con una búsqueda por internet sencilla se puede localizar los santuarios de animales y son espacios donde cualquier tipo de ayuda es bienvenida porque son muy pocas personas con pocos recursos haciendo un trabajo muy grande.

Por otro lado, lamentamos que el día 28 de diciembre del 2024, en el zoológico de Barcelona ha sido asesinada una elefanta llamada Yoyo después de 15 años en cautiverio. Las prisiones para animales no humanos son llamados zoológicos, lo defienden como algo cultural, bonito y educativo, pero no son más que un cautiverio forzado de especies animales con la excusa de la conservación.

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