UGT: El cierre de la oficina para hacer el residente en el puerto perjudicará al ciudadano
La Sección Sindical tiene claro que, el servicio público debe ser la prioridad de cualquier administración y la atención de calidad al ciudadano su bandera.
La Sección Sindical de la FeSP-UGT en la Ciudad Autónoma ha tenido conocimiento que la Empresa Municipal Servicios Turísticos tiene previsto cerrar a finales de año la oficina situada en la Estación Marítima que facilita información al ciudadano que llega a Ceuta y presta un servicio fundamental a los ceutíes proporcionando el certificado de residencia.
A la UGT no le extraña lo más mínimo, y hace critica del Gobierno achacándole y recriminándole que “solo se vuelcan es en Fitur, haciendo un viajecito a Madrid, comiendo y bebiendo a costa del ciudadano al que le vamos a hurtarle un servicio tan importante como conseguir con total comodidad el certificado de residente”.
Para el sindicato es evidente que, la desaparición de la oficina de Servicios Turísticos de la Estación Marítima va a perjudicar fundamentalmente a los ciudadanos más necesitados. A los que desconocen lo que es un certificado digital, a los que carecen de ordenador, a los que van a embarcar y por diversas circunstancias no se han dado cuenta que su certificado de residente ha caducado. En definitiva, al ciudadano más de a pie que, “mantiene esta macroestructura de consejerías…, de la Ciudad, la cual, debería cuidar especialmente y no maltratarla con este tipo de caprichosas decisiones”.
La Sección Sindical tiene claro que, el servicio público debe ser la prioridad de cualquier administración y la atención de calidad al ciudadano su bandera.
El sindicato afirma que, “esta Administración su prioridad es crear cargos para el beneficio de sus afines y en ello se deja millones de euros que debería dedicar a mejorar los servicios al contribuyente”.
Por tanto, desde la UGT esperan una rectificación urgente del cierre de esta oficina que, en vez de desaparecer deberían reforzarla, pues su coste es mínimo y da un servicio de altísima rentabilidad, en vez de clausurarla, una decisión “absurda, y caprichosa”, salvo que, “su único objetivo sea fastidiar al ciudadano, lo cual no es descartable”.