Solidaridad manifiesta la “indignación” de los trabajadores de TRACE por sus instalaciones “deprimentes”

Solidaridad advierte de que, “el Gobierno se está riendo de los empleados de TRACE para mantener un contrato de limpieza a bajo coste”.

La sección sindical de Solidaridad en TRACE manifiesta la “indignación” de los trabajadores e insiste en que se encuentran en unas instalaciones “deprimentes”, sintiéndose su delegado también indignado, después de haber escuchado cómo el Gobierno deja en el aire la construcción de unas nuevas instalaciones para la empresa de limpieza, para después alquilárselas a la empresa concesionaria del contrato.

La respuesta de la consejera Kissy Chandiramani, no pudo ser más ambigua y así lo denuncia Juan Montoya el cual aclara que, la representante del Gobierno emplazó la construcción de las instalaciones al recibir parte de los Fondos Europeos de Recuperación, cuyo 37% se dedicará a proyectos medioambientales, y a que el proyecto “cumpla los objetivos” de ser de interés general, que suponga un ahorro en el gasto del servicio público de limpieza y que mejore la gestión del mismo. “Se construirá si se cumplen los objetivos y no se construirá si no se cumple”, se limitó a decir Chandiramani.

Para el representante de Solidaridad en TRACE, las declaraciones de la consejera son “una burla” hacia los trabajadores. “La respuesta no vale para nada”, lamenta Montoya que denuncia cómo los empleados se sienten “ninguneados” por el Gobierno, que es el último responsable del contrato de limpieza.

El delegado insiste que a más de 350 personas les está pasando factura las deprimentes condiciones en las que se encuentran las instalaciones en las que “trabajamos”. Por ello, Montoya reprocha al Ejecutivo su falta de interés por construir unas instalaciones “dignas” a pesar de que, “esta es una reivindicación de los trabajadores desde hace más de ocho años”.

Solidaridad advierte de que, “el Gobierno se está riendo de los empleados de TRACE para mantener un contrato de limpieza a bajo coste”. “Los trabajadores se encuentran desamparados, pero Montoya advierte que seguirán luchando para que, “esta reivindicación no caiga en el olvido” y critica que, “mientras los empleados de la limpieza “responden ante cualquier necesidad”, las suyas se dejan aparcadas”.