Fuerte Mendizábal: siete años después, una realidad oculta

El centro penitenciario "Fuerte Mendizábal", inaugurado en 2017 tras una inversión histórica de 140 millones de euros, sigue siendo un proyecto incompleto en Ceuta. A siete años de su apertura, dos terceras partes de sus celdas permanecen vacías, mientras muchos ceutíes condenados cumplen penas en cárceles repartidas por toda Andalucía.

El sindicato CCOO denuncia que, a pesar de contar con una infraestructura moderna, el centro sufre una grave falta de personal y programas de rehabilitación, en contraste con el resto del sistema penitenciario español. Los internos jóvenes conviven con adultos reincidentes, no se ofrecen programas para tratar adicciones ni enfermedades mentales, y los talleres están cerrados. Además, no se implementan los programas obligatorios para la reinserción de personas condenadas por delitos como violencia de género o agresiones sexuales, lo que agrava la situación.

La falta de acción por parte del Ministerio del Interior y de la Delegación del Gobierno es motivo de crítica, por parte de CCOO que exige la apertura de más de 400 celdas vacías y la dotación de personal adecuada para garantizar tanto la seguridad de los funcionarios como el cumplimiento de las leyes penitenciarias. Mientras tanto, la dirección del centro es señalada por ignorar estos problemas, centrando su atención en actos institucionales y festividades, sin abordar las carencias que aquejan a "Fuerte Mendizábal" y su impacto en la sociedad ceutí.