La Central Sindical Independiente y de funcionarios (CSIF), solicita al secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz González las transferencias de la sanidad penitenciaria al INGESA, las que, lleva 20 años sin ser traspasadas

CSIF señala falta de iniciativa de la Administración penitenciaria para ejecutar las transferencias, excusándose detrás de las comunidades aduciendo que son estas las que solicitan el traspaso de las competencias, las que, vienen contempladas en la Ley 16/2003.

El sindicato indica que, hasta la fecha solo Cataluña, País Vasco y Navarra han integrado a sus sistemas de salud la sanidad penitenciaria, nos encontramos con 20 años de retraso e incumplimiento de un mandato legal.

Además, CSIF tiene claro que, la sanidad penitenciaria con el modelo actual no tiene ningún futuro, carece de relevo generacional ante las jubilaciones y está condenada a desaparecer, porque no se cubren las plazas ofertadas, de 80 solo se cubrieron siete en el último proceso selectivo. Además, más de la mitad de los médicos en activo supera los 60 años.

La salud mental es un grave problema en estas instituciones, las cifras de prevalencia de patologías mentales y la demanda de consultas de psiquiatría en prisiones es muy elevada. El 4’3% de la población reclusa son enfermos mentales graves y crónicos, el 90% tienen antecedentes psiquiátricos con diagnóstico y tratamiento.

La atención médica con contratos puntuales con empresas sanitarias y consultas de telemedicina, no es la solución. La asistencia telemática que se presta también para las guardias dibuja la realidad, se ofrece para CSIF una asistencia claramente insuficiente.

Recordando los hechos del amotinamiento en León, CSIF pone el acento que en medio de toda esta problemática se encuentran los empleados públicos penitenciarios, tanto sanitarios como no, los que, sufren las consecuencias, y culpa del origen de todos estos hechos a la deficiente sanidad penitenciaria.