Para Caballas, todos los pronósticos sobre la debacle del comercio de nuestra ciudad se están cumpliendo en su versión más pesimista. La realidad “post-covid-19”, ha desnudado por completo la estructura de un sector muy debilitado que, “aguantaba temblando más por inercia que por rentabilidad”.

A los efectos de la pandemia, sumados al enorme impacto causado por el cierre de la frontera, -según Caballas- están provocando una “reconversión” a marchas forzadas y sin anestesia. Cada dato conocido es peor que el anterior. Los cierres se suceden, las reducciones de plantilla (incluso en los comercios emblemáticos considerables como intocables) ya son una rutina diaria.

Mohamed Ali portavoz de Caballas, contrasta como suele ser habitual, la vertiginosa velocidad de los acontecimientos, con la “parsimonia culpable” del Gobierno, siempre agarrado al típico “estamos en ello” que, “se ha convertido en una cómica seña de identidad que ya provoca risa cuando no hilaridad entre la población”, asegura el Grupo político.

Caballas dice que todos vemos como cierran las empresas, como proliferan los carteles de “se vende” o “se traspasa”, significando que, “hay más personas que han perdido su medio de vida y, sin embargo, nadie ve lo que hace el Gobierno. Probablemente porque no hace nada”.

Es por ello que, en la próxima sesión de control al Gobierno, Caballas preguntará al Ejecutivo si tiene previsto implementar algún tipo de medida para paliar el impacto que, en términos de empleo, está ocasionando la grave crisis que está azotando en estos momentos al sector comercial.

Nos parece que no se puede mantener una actitud pasiva ante la muerte paulatina de nuestro comercio local y la consecuente destrucción de empleo.