Hace aproximadamente tres años, el Gobierno de la Ciudad decidió dar un giro radical a su política de menores, en especial a la relativa a la atención de los menores extranjeros.

Para Caballas el presidente Vivas alteró las prioridades de estas personas en anteponer la condición de inmigrante, a la de menores, lo que, llevó de manera directa y ‘lógica’ a desentenderse del ‘problema’. Así, indica Mohamed Ali que, la responsabilidad que la ley asigna de manera indiscutible a la Ciudad en la gestión de menores, se desplazaba a la Administración General del Estado.

Para el portavoz de Caballas, de esta manera dio comienzo de una campaña para demonizar desde la propia institución a los MENA alentando a sectores de la población asustados o molestos por la presencia de estos menores sobre todo en nuestras calles.

Caballas fue especialmente beligerante con este posicionamiento político; pero se impuso el criterio mayoritario del PP . De esta manera, la intención se desechó el proyecto de construir un centro por importe de siete millones de euros el cual está redactado y en un cajón, y con ello cualquier intento de hacer una gestión mínimamente decente. Todo el esfuerzo se puso en “exigir” al Gobierno central que construyera un centro, transfiriese fondos, cambiase las leyes, e hiciese cumplir el acuerdo de devolución firmado con Marruecos.

Para Ali el resultado es un rotundo fracaso, sin paliativos, por lo que se pregunta: ¿Cuál ha sido el resultado de esta política? ¿Hay menos menores? ¿Están mejor atendidos? ¿Se han repatriado?  Todo ha quedado en meras proclamas de consumo interno sin incidencia alguna en el curso de los acontecimientos. Hay más menores que nunca. Están peor atendidos. Las instalaciones “provisionales” son una auténtica vergüenza impropia de una Ciudad que, gestiona trescientos millones anuales.

Para Ali es importante que no olvidemos que se trata de una competencia que la Ciudad debe ejercer de manera obligatoria. Y lamenta recriminándole al Gobierno que, este es el desahogo de unas instalaciones, también provisionales, que el propio Ejecutivo reconoce que no reúnen condiciones, las cuales sustituyeron improvisamente a otras por orden de la Fiscalía ante el hacinamiento al que estaban sometidos los jóvenes en un chalet cedido por el ejército.

Mohamed Ali dice si, hacen falta más pruebas para llegar a la conclusión de que la política del Gobierno de la Ciudad respecto a los Menores Extranjeros es un absoluto desastre, por lo cual el portavoz incide que ha llegado el momento de reconocer errores, corregir y hacer las cosas bien. Es por ello que propondrá al Pleno de la Asamblea, incluir en el Próximo Presupuesto de la Ciudad la dotación económica para la construcción de un centro de menores que reúna condiciones y equipamientos para atender con dignidad a este colectivo. Asimismo, ampliar y consolidar la plantilla del Área de Menores para cumplir las obligaciones derivadas de la Ley del Menor. Y también, diseñar un proyecto integral de atención a los menores extranjeros que contemple todos los aspectos relacionados con su formación e integración social.