SATSE logra más de 660.000 apoyos para que el Congreso debata la Ley de Seguridad del Paciente
España necesita 131.000 enfermeras y enfermeros, un 34 por ciento más, para alcanzar, la media europea. España está en el “farolillo rojo”, al situarse en el puesto 24 de 28 países que forman la Unión Europea.
El presidente del Sindicato de Enfermería, SATSE, Manuel Cascos, ha entregado hoy, en la Oficina del Censo Electoral del Instituto Nacional de Estadística (INE), más de 660.000 firmas para que la Ley de Seguridad del Paciente, que ha impulsado a través de una Iniciativa Legislativa Popular (ILP), pueda ser debatida en el Congreso de los Diputados.
SATSE ha conseguido, en concreto, un total de 660.564 firmas de ciudadanos y profesionales sanitarios después de varios meses recabando apoyos en calles, espacios públicos y centros sanitarios de todas las comunidades autónomas, además de Ceuta y Melilla. Es la primera vez que la organización sindical se proponía este ambicioso objetivo y, finalmente, ha conseguido superar con creces las 500.000 firmas que la normativa obliga para que una Iniciativa Legislativa Popular pueda verse en el Parlamento español.
Tras la entrega de firmas, la Oficina del Censo Electoral tiene un plazo de quince días para examinarlas y, posteriormente, remitirá al Congreso de los Diputados la norma si constata que las mismas cumplen con los requisitos exigidos. Aunque se ha procedido a la disolución de las Cortes Generales por la convocatoria de nuevas elecciones generales, SATSE ha sido informado de que la Iniciativa Legislativa Popular se mantiene “viva” para ser debatida en la próxima legislatura.
SATSE confía en que todos los grupos políticos que tengan representación parlamentaria en la próxima legislatura den su visto bueno a la misma y España pueda convertirse en el primer país europeo y uno de los primeros del mundo en contar con una ley estatal que establecerá una ratio segura de pacientes por cada enfermera y enfermero, que es el único profesional cualificado que garantiza la atención y cuidados de manera ininterrumpida, las 24 horas del día durante los 365 días del año.
Al respecto, el Sindicato recuerda que, mientras que en España hay cinco enfermeras/os para atender y cuidar a 1.000 ciudadanos, la media europea es de casi nueve. Esta situación provoca, por ejemplo, que en los hospitales haya hasta 20 pacientes o más por cada enfermera, cuando la ratio segura está en 6-8 pacientes por cada profesional.
Este importante déficit de enfermeras y enfermeros conlleva, según distintos estudios científicos nacionales e internacionales, que las complicaciones en el proceso de atención y cuidado aumenten e, incluso, haya más fallecimientos.
De manera paralela, se acabaría con las altas tasas de estrés, ansiedad, burnout y otras consecuencias para su salud que sufren las enfermeras y enfermeros de forma permanente por la excesiva sobrecarga laboral. “Debemos acabar con riesgos innecesarios para la salud y seguridad de los pacientes y los profesionales que cuidan de ellos”, ha señalado el presidente del Sindicato.
Para acabar con la actual situación de infradotación de plantillas en todos los hospitales, centros de salud y otros centros sanitarios y sociosanitarios, SATSE ha concluido, tras un exhaustivo estudio realizado por expertos, que se necesitan más de 131.000 enfermeras y enfermeros en la sanidad pública y privada de nuestro país para alcanzar, al menos, la media de Europa y dejar de estar “a la cola” en el puesto 24 de los 28 países que forman parte de la Unión Europea. Se trata de un 34 por ciento más de profesionales.
Durante la entrega de las firmas, Cascos quiso agradecer públicamente el apoyo demostrado por cientos de miles de ciudadanos y de enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas, así como otros profesionales sanitarios, que han firmado la
Iniciativa Legislativa Popular al coincidir con la organización sindical en que nuestro país debe tener una ratio adecuada de pacientes por cada enfermera o enfermero.
“Esta Ley nos beneficiará a todos, porque los pacientes recibirán una atención más segura, humanizada y de mayor calidad y serán tratados con los mismos niveles de cuidados, independientemente del lugar en el que residan, los profesionales trabajarán con una menor carga laboral, lo que repercutirá positivamente en su salud y seguridad en el trabajo, y el sistema sanitario español, además de mejorar la atención que presta, será más eficiente y económico”, ha concluido.