Enfermeras en todos los colegios para atender mejor a los niños y jóvenes con diabetes
Además de 10.000 niños y jóvenes con diabetes menores de 15 años, la enfermera escolar da respuesta a otros crecientes problemas de salud, como el asma, las alergias o la epilepsia.
La Plataforma Estatal de Enfermera Escolar ha subrayado la necesidad de que los niños, niñas y jóvenes con diabetes cuenten en sus centros escolares con una enfermera o enfermero para facilitar el buen control de la enfermedad y evitar los riesgos de una intervención tardía ante una complicación aguda, como la hipoglucemia.
En Ceuta aún no ha empezado la contratación de las enfermeras escolares a través del Plan de Empleo.
Con motivo del Día Mundial de la Diabetes 2019, que se celebra mañana, la Plataforma, constituida por el Sindicato de Enfermería, SATSE, el Foro Español de Pacientes (FEP), el Sindicato Independiente de la Enseñanza Pública ANPE, y la Federación Española de Diabetes (FEDE), recuerda que en España hay unos 10.000 menores de 15 años que viven con diabetes tipo 1, que es la que se desarrolla con mayor frecuencia en niños y adultos jóvenes, una cifra que se incrementa cada año con cerca de 1.200 nuevos diagnósticos, apuntando que es la segunda enfermedad crónica más sufrida entre la población infantil.
La Plataforma recalca que sufrir esta enfermedad afecta de manera directa a la calidad de vida de quien la padece, y mucho más si se trata de niños y niñas, ya que muchos de ellos tienen que lidiar con la enfermedad sin comprender aún bien qué es lo que les ocurre. Por ello, apunta, tiene mucha importancia promover una educación para la salud que propicie la adherencia al tratamiento, tanto para el alumno como para sus familias y profesores, y así poder tener un control de la patología y que no se produzcan complicaciones.
Ante esta realidad que se vive en los colegios, la Plataforma reitera que las enfermeras y enfermeros son los profesionales que pueden implementar con todas las garantías de calidad y seguridad los planes de promoción y actuación necesarios, siempre en colaboración con el personal docente y el resto de la comunidad educativa, así como con las familias.
Otro aspecto en el que incide la Plataforma es el ahorro económico que supondría la implantación de la enfermera escolar. Al respecto, desde la Federación Española de Diabetes se calcula en más de 5.000 millones de euros al año los costes directos de la diabetes (tratamientos y hospitalizaciones) y en más de 17.000 millones al año los costes indirectos (absentismo laboral, jubilaciones anticipadas, gastos sociales…).
Por ello, desde la Plataforma Estatal de Enfermera Escolar se ha vuelto a reclamar a las distintas administraciones públicas que posibiliten la presencia de, al menos, una enfermera o enfermero en todos los centros escolares de nuestro país, una figura que ya está plenamente consolidada en países como el Reino Unido, Francia y EE.UU., entre otros.
Además de los niños, niñas y jóvenes con diabetes, la enfermera escolar da respuesta a otros crecientes problemas de salud, como el asma, las alergias o la epilepsia, que exigen también la prestación de cuidados en el entorno escolar y la educación sanitaria a pacientes, cuidadores escolares y familias.
En este sentido, la incorporación de la figura de la enfermera al centro escolar representa para las madres y padres un cambio a mejor muy importante al no tener que seguir sufriendo la intranquilidad de no tener asegurada la atención de sus hijos e hijas durante el horario escolar. De igual manera, favorece en gran medida la conciliación de la vida laboral y familiar, evitando el absentismo en el trabajo de los padres y madres, y el absentismo escolar de los menores por determinados problemas de salud.
En lo que respecta a los profesores, se libera a éstos y al resto de personal de los centros educativos de la responsabilidad que se les ha impuesto de proporcionar una atención sanitaria para la cual no están formados ni tienen competencias, con las posibles consecuencias que esto puede desencadenar para ellos mismos y para los niños, niñas y jóvenes, concluyen desde la Plataforma.