Discriminación entre los médicos de Ceuta y Melilla de la privada con respecto al resto del Estado
“Utilizaremos todos los medios legales y sindicales que el Estado de Derecho nos brinda, para proteger, no sólo los derechos laborales, sino la calidad asistencial de nuestros pacientes…”.
En relación con la situación de penalización que sufren los facultativos de ambas ciudades autónomas, que ejercen en la medicina privada, con respecto al resto de facultativos españoles, el Sindicato Médico de Ceuta y el de Melilla, conjuntamente quieren manifestar que han comenzado el año 2020 e INGESA, lejos de fidelizar a los médicos ceutíes y melillenses, los sigue discriminando con respecto al resto de facultativos españoles.
Una muestra más de ello, -dicen los Sindicatos- es la penalización que sufren los médicos que tienen una actividad privada, tras su jornada en la pública. Estos facultativos ejercen, en el sector público, la misma jornada laboral y prestan la misma atención continuada (guardias), que el resto de médicos, primando siempre la actividad pública sobre la privada.
Sin embargo, en su remuneración, son penalizados económicamente, por no trabajar exclusivamente para el sector público, a pesar de que su desempeño profesional en este sector es exactamente igual que el de otros profesionales, matiza los Sindicatos a lo que añaden, “esto además de injusto, es discriminatorio, ya que, de los 17 sistemas autonómicos de salud restantes, sólo dos mantienen esta anacrónica penalización, estando además en vías de extinción en ambos. Esto hace que el INGESA sea, probablemente, el único ente sanitario que seguirá perjudicando objetivamente a sus trabajadores en el corto plazo”.
Además de injusto y discriminatorio, los Sindicatos piensan que es perjudicial para la asistencia sanitaria, ya que muchos facultativos que compatibilizan su función pública con el ejercicio privado, se siguen marchando de Ceuta y Melilla a la península, por las mejores condiciones laborales existentes, frente a la falta de incentivos que sufren en estas dos ciudades.
Para los Sindicatos, no solo es injusto, discriminatorio y perjudicial, sino además irracional, ya que mientras se siga penalizando a los médicos que ejercen en su actividad privada, seguirá aumentando la presión asistencial sobre el sistema público, al desincentivar los facultativos que trabajan en ambos sistemas, lo hagan en Ceuta y Melilla, ciudades en las que “ya están siendo castigados todos los médicos” por ser áreas de difícil desempeño y cobertura cuyo no reconocimiento seguirá incrementando la fuga de médicos, que es nuestra constante denuncia pública.
Por otro lado, a inicios de 2018, el Sindicato ceutí había llegado a un acuerdo con el entonces director del INGESA, Díaz Melguizo, para que antes de final de ese año o a inicios de 2019 se solucionase esta absurda lacra. Su viabilidad estaba ya estudiada y estaba a punto de ser implementada. Tiempo ha tenido el actual director del INGESA, para ponerlo en marcha.
Como ha comentado en otras ocasiones el Sindicato Médico, el director del INGESA, Alfonso Jiménez Palacios, “nos ha exigido mucho esfuerzo a los profesionales sanitarios en general, y a los facultativos en particular, pero, a cambio, no ha existido ninguna contrapartida por parte de la Administración”, salvo las buenas palabras, siguiendo al pie de la letra el aforismo de “ni una mala palabra, ni una buena acción”.
Para los Sindicatos esta actitud sólo puede esconder “desidia, indiferencia u hostilidad y, desde aquí le emplazamos a resolver este sinsentido lo antes posible. En caso contrario, utilizaremos todos los medios legales y sindicales que el Estado de Derecho nos brinda, para proteger, no sólo los derechos laborales de nuestros compañeros, sino la calidad asistencial de nuestros pacientes, fin último de nuestra organización”.