Este miércoles el consejero de Sanidad explicara, el riesgo que conllevaría la celebración del 'Eid al-Adha’

Sanidad considera según los informes elaborados por los técnicos imposible garantizar la seguridad de los ciudadanos, a pesar de las medidas de prevención que se adopten.

Después de que el PSOE y Caballas, ‘reivindicasen’ celebrar la Fiesta del Sacrificio, y el MDyC pedir un Pleno extraordinario, para debatir si se puede llegar a realizar dentro de los márgenes sanitarios dicha celebración, el Ejecutivo ceutí, después de la celebración del Pleno Resolutivo del lunes y del Pleno de Control del martes, explicara el miércoles a petición propia del consejero de Sanidad y con “voluntad de trasparencia”, en el Salón de Plenos de la Asamblea, el riesgo que conllevaría el festejo del 'Eid al-Adha’(Celebración del Sacrificio).

La festividad del ‘Aid el Kebir’ (Fiesta Grande) comienza con el tradicional rezo (Salat) colectivo al aire libre (musha-la) en la explanada de Loma Margarita, al igual que en la mezquita de Sidi Embarek, este rezo queda suspendido pues se concentran más de 2.500 musulmanes.

El consejero de Sanidad de la Ciudad, el doctor Javier Guerrero explicara el miércoles, a título informativo los informes por los que la Ciudad decidió suspender los dispositivos de ayuda a dicha celebración como se viene haciendo cada año, aunque la fiesta todavía sería para el día 31 de julio.

El pasado año, lunes 12 de agosto, en la celebración del 'Eid al-Adha’, se sacrificaron 4.500 reses de ganado, 4.292 de ovino y 208 de caprino, menos cabezas de las que se esperan este año, las cuales se cifran sobre unas 6000, y se retiraron aproximadamente unas 90 toneladas de residuos, por lo que técnicos en Sanidad Animal y Salud Pública de la Administración observan que, “existiría un alto grado de propagación del covid-19”.

La Ciudad traza unas líneas de atención de riesgo la víspera de la fiesta, sobre todo en el traslado masivo de las cabezas de ganado hasta su consumo, además donde los participantes de cada familia en la selección de las reses concentrarían grandes aglomeraciones, hasta de vehículos, con una estimación de 14.000 personas, en torno a unos corrales que sobrepasarían su carga ganadera, la cual estaría hacinada. Estos rediles "presentan unos niveles de bioseguridad nulas, sin pediluvios, ni aseos o planes de higiene y desinfección, tal como está establecido en el resto de España”.

Aparte la Ciudad colabora con la instalación de carpas sin ventilación, colocación de puntos de agua, servicio de limpieza, recogida de despojos, reparto de bolsas, seguridad…, originaria un gran número de operarios y personas, lo que rompería el distanciamiento social y las medidas higiénicas, lo que facilitaría la propagación del virus. Todo este conjunto de adversidades en la situación actual en la que nos encontramos, Sanidad considera según los informes elaborados por los técnicos imposible garantizar la seguridad de los ciudadanos, a pesar de las medidas de prevención que se adopten.

Aunque queda tiempo, que es lo que alegan algunos partidos políticos, más viendo favorable la evolución de la pandemia. A la Consejería de Sanidad y los poderes públicos, “no le exime de su deber de organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas de contención, pues la evolución del virus es imprevisible".