El presidente Vivas recibe a antiguos trabajadores de ‘La Trasatlántica’
El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha recibido este sábado día 8, en el Salón del Trono del Palacio de la Asamblea, a un grupo de antiguos trabajadores de la Compañía Trasatlántica Española, en su décimo encuentro anual.
Acompañado por el consejero de Turismo, Nicola Cecchi y el responsable de Servicios Turísticos, Javier Lesmes, el presidente les ha dado la bienvenida, recordándoles la esencia marinera de Ceuta y la convivencia como rasgo principal de los ceutíes, aparte de realizar un breve relato de la historia de la ciudad.
Desde la desaparición de “La Trasatlántica”, -como se conocía- un grupo de antiguos compañeros que formaron parte de las tripulaciones de los buques de su flota se reúnen cada año en una ciudad, preferiblemente portuaria y en la que recalaron los barcos de la compañía. Este año las elegidas han sido Ceuta, Algeciras y Gibraltar.
La jornada correspondiente a Ceuta consistirá en una comida en el restaurante Oasis, precedida de la recepción ofrecida por el presidente y una misa en el santuario de África, además con la colaboración de Servicios Turísticos, el grupo visitará la Puerta Califal.
La Compañía Trasatlántica, centenaria naviera puesta en pie por el banquero Antonio Víctor López y López de Lamadrid, marqués de Comillas, a mediados del siglo XIX, supo alcanzar un destacadísimo lugar entre las muchas empresas marítimas europeas durante décadas. A lo largo de sus 130 años de vida, supo sortear múltiples avatares, como las guerras de África y coloniales, a las que habría que añadir dos guerras europeas y una civil.
1932 se rescindió el contrato vigente entre la empresa y el Estado, del cual se fue superando, pero lo que le dio la puntilla, fue la llegada de los primeros grandes aviones de línea a reacción. Las acciones y la inversión caen en picado y 1974, La Trasatlántica liquida prácticamente toda su flota.
En 1978 se dedicó exclusivamente al transporte de mercancías, tras vender sus lujosos trasatlánticos de los cuales dos fueron adquiridos por Transmediterránea. En 2010 entro en concurso de acreedores y se disolvió definitivamente en 2012 por decisión judicial.