VOX: “Vivas hace uso particular del Reglamento e incluso intenta manipular el acta”
Redondo señala a Vivas, al PP y a la ultraizquierda pro marroquí “únicos responsables del actual estado de crispación que se vive en la Asamblea”.
VOX denuncia el “cerco, acoso, hostigamiento político y mediático, al que se somete en los plenos” al Grupo parlamentario, el cual percibe una maniobra “orquestada” de “persecución política por parte del PP y su presidente Vivas, auspiciada y alentada por sus socios de la ultraizquierda pro marroquí”. Redondo se queja de las descalificaciones como, “ultraderechistas, fascistas, xenófobos o racistas”, representadas en el discurso de todos los grupos de la Asamblea y, cuando su portavoz Verdejo se defiende de tales es interrumpido por Vivas que:
“De manera dictatorial hace un uso particular del Reglamento e incluso intenta manipular el acta, impidiendo que recoja todo lo manifestado en la sesión plenaria por nuestro Grupo parlamentario, algo que no ocurre cuando esos insultos van dirigidos contra VOX”.
En boca de Redondo, Vivas, “aposentado en la mentira y la falsedad” aprovecha cualquier oportunidad llegando a “pervertir los discursos”, séase el Día de Ceuta, para dar:
“Verdaderos mítines políticos mintiendo a los ciudadanos para criminalizar a VOX, utilizando discursos falsarios, pero bien vociferados por algunos medios de comunicación, generosamente regados con dinero público, estrategia de manera desesperada de desviar la atención sobre todos aquellos asuntos que desde VOX venimos denunciando, dejando en evidencia la nefasta política y la penosa gestión de los asuntos de la Ciudad…, han dejado una ciudad en crisis totalmente marroquenizada y colapsada social, política y económicamente…, dejando al PP y a Vivas garantes de sus intereses particulares”.
Redondo quiere señalar a Vivas, al PP y a la ultraizquierda pro marroquí “únicos responsables del actual estado de crispación que se vive en la Asamblea”, exigiéndole al presidente que respete las intervenciones del portavoz de su Grupo, el cual está legitimado para defender sus posturas y argumentos, algo que seguirán haciendo guste más o guste menos al resto de los grupos, quienes serán libres de contestar o no sus intervenciones, pero “jamás tendrán el derecho de impedirlas, haciendo uso indebido y torticero del actual Reglamento”.