El Gobierno de la Ciudad dice no a las victimas de violencia de género

Desde CCOO quieren denunciar la inexplicable, alarmante y a la vez preocupante actitud del Gobierno de la Ciudad al desatender, desamparar y abandonar a los nuevos casos de víctimas de violencia de género que ocurren en fines de semana y días festivos.

Acción, o inacción por falta de actuación en este caso por parte de nuestro gobernantes, al olvidárseles la importancia de lo que supone una víctima en los primeros momentos de la formulación de la denuncia, en los que la reacción del victimario por una ausencia de atención, información, protección y refuerzo en el posicionamiento de la mencionada denuncia, se puede traducir en una forma de perpetuación de la violencia de género, o de un nuevo episodio quizás más virulento, e incluso si fuese el caso, en forma de quebrantamiento de medidas de alejamiento y comunicación dictadas por el Juzgado de guardia.

Y es que –dice la sindical- lo que “acontece después de darse el ejecutivo de la corporación golpes en el pecho en los diferentes plenos y medios de comunicación y querer salir en la foto en cada minuto de silencio por una víctima, se encuadra dentro de lo inadmisible e intolerable”.

Con conocimiento de causa de los diferentes estamentos y organismos, desde la Jefatura de Policía Local a Consejería de Gobernación y presidente de la Ciudad, los agentes policiales destinados en la Unidad de Violencia de Género, adoptan la medida por imperativo legal y no poder soportar la carga de trabajo, de no atender a los nuevos casos de víctimas de violencia de género cuando estos suceden en fines de semana y días festivos, todo ello, debido a la pasividad del Gobierno Local de arbitrar mecanismos de regulación de unas condiciones laborales acorde a los trabajos y dedicación que hasta el día de hoy y desde julio de 2017 venían efectuando los mencionados agentes. Recordar que en la mencionada fecha se hizo efectivo el traspaso de las víctimas de violencia de género con riesgo bajo y no apreciado del Cuerpo Nacional de Policía a la Policía Local, tras la firma del correspondiente Protocolo interinstitucional.

Comisiones Obreras dice que: Son ya varios, desde febrero del presente, los fines de semana en el que los agentes integrantes de la Unidad de Violencia de Género de la Policía Local “no acuden al requerimiento del CNP por nuevos casos, quienes derivan las víctimas al mencionado cuerpo local en atención al nivel de riesgo”. Por tanto, las víctimas han quedado sin policía de protección asignado tal y como así obliga la Instrucción 4/2019 de Secretaria de Estado de Seguridad, que establece el contacto permanente 24 horas con un agente de protección especializado, agente que no solo interviene ante un nuevo incidente o quebrantamiento, sino que actúa estableciendo un Plan de Seguridad Personalizado y unas recomendaciones de autoprotección, modos de evitar incidentes así como otros tipos de medidas relacionadas con la protección, y todo ello, debido a la deficiente gestión por parte de esta administración.

Desde CCOO apoyan la postura adoptada por los agentes locales que, a pesar de llevar año y medio cumpliendo rigurosa y escrupulosamente su jornada ordinaria, además, han satisfecho a la administración acudiendo todos los fines de semana y días festivos al llamamiento ante un nuevo caso, y todo ello, previo conocimiento de las autoridades competentes, debiendo CCOO en alguna ocasión solicitar la intervención de los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales para la evitación de posibles riesgos psicosociales en estos, debido a la falta de una adecuación de las condiciones de laborales acordes a las circunstancias.

CCOO exige al Gobierno Local tomar las medidas necesarias para que, las víctimas en primera instancia, tengan la protección que la ley les ampara, y en segunda instancia, se sienten de una vez por todas con los agentes sociales para una adecuación de las condiciones laborales que contemple la especial dificultad técnica, la responsabilidad, dedicación, incompatibilidad, las condiciones en que se desarrolla el trabajo, el grado de implicación, iniciativa y esfuerzo que supone el desempeño de los cometidos, el rendimiento obtenido y como no, a la conciliación familiar y social que el desempeño del puesto requiere.