El manifiesto señala que los CIE, son “cárceles racistas en condiciones inhumanas”
El manifiesto promueve la creación de un sistema de acogida digno donde se respeten y garanticen los DDHH, como los de la infancia y el estatuto de las personas refugiadas.
Después de las actividades de la mañana, a las 15:00 horas, bajo al lema “Vías legales, vidas seguras: migrar es un derecho”, partía desde el campus universitario hasta la playa de El Tarajal, IX Marcha por la Dignidad, en donde se finalizaría con la lectura de un manifiesto, y con la colocación de una placa en memoria de todas las víctimas de la frontera, en especial –señalan- las del fatídico 6 de febrero de 2014.
Manifiesto por la dignidad
El manifiesto achaca la muerte de “14 compañeros, hermanos”, al sistema político, económico y social que, “promociona políticas que repudian, arrinconan e invisibilizan a las personas de un determinado perfil étnico-racial con menos recursos, negándoles el derecho a la vida”, en palabras de la organización.
Porque la vida no es vida si no es digna y segura
Otra recriminación de la organización, es para la “militarización y securitización” de las fronteras de los países enriquecidos por el expolio de los recursos humanos y materiales del sur global, un “negocio criminal” que, “vende seguridad bajo una falsa amenaza”. Negocio del que “económicamente ganan los países mercenarios a costa de vulnerar los derechos humanos protegiendo los intereses de quienes les han explotado y repudiado”.
Para la organización es círculo que, “vulnera los derechos de la infancia y su criminalización, la protección hacia las mujeres, la islamofobia, el racismo, el resurgir de los discursos de odio de la extrema derecha para: crear división y fomentar el enfrentamiento racista, mientras sus instituciones siguen enriqueciéndose”.
El manifiesto, va el recuerdo por las 4.404 personas que durante 2021 han muerto y desaparecido en la frontera occidental euroafricana, por todas las personas que yacen en el fondo del mar, las enterradas sin nombre, las que no salieron del desierto, las que siguen sufriendo la crueldad de la frontera, y por la discriminación y el racismo a diario.
Las personas que han dado lectura al manifiesto son Ana M. Rosado Caro (castellano), Sonda Niasse (francés) y Yasmina El Haddad Ali (dariya).