Preocupación y esperanza por igual en las negociaciones discretas entre PSOE y UP
El único miembro del Gobierno que ha respondido a una pregunta sobre el transcurso de las negociaciones entre los equipos negociadores del Psoe con los de Unidas Podemos, Josep Borrell, se ha limitado a decir que "siguen las negociaciones", aunque él no tiene información detallada de las mismas y que "hay preocupación y esperanzas" para que se llegue a un acuerdo de investidura y de coalición de gobierno.
Tal y como estaba previsto, el líder socialista no consiguió la mayoría absoluta necesaria para ser investido presidente en la primera vuelta de la votación del debate de investidura. Nada más salir de la misma no regresó a La Moncloa, si no que permaneció en la zona de gobierno del Congreso, donde se reunió con la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, con el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, así como con la ministra en funciones, María Jesús Montero, la portavoz socialista, Adriana Lastra, y su mano derecha, Iván Redondo, “para seguir perfilando los detalles de la negociación” de cara a un acuerdo de última hora.
Pese a que el sentido del voto de Unidas Podemos pasó del ‘no’ a la abstención, las conversaciones se preveían tensas. Desde la formación morada lo consideraron “un gesto más” para salir del bloqueo, y Calvo lo recibió telefoneando a Pablo Echenique para reactivar la negociación.
“Nuestra oferta era y es buena”, argumentan fuentes socialistas, después de que Iglesias denunciara desde la tribuna del Congreso todas las carteras que les habrían negado, es decir, Interior, Defensa, Justicia, Exteriores, Economía, Hacienda, Trabajo, Ciencia, Transición Ecológica e Igualdad, y de que Unidas Podemos resumiera la oferta “decorativa” de los socialistas en una vicepresidencia social sin apenas contenido, y dos ministerios de nueva creación, como serían los de Vivienda y Juventud.
Por parte del PSOE no quieren desvelar las carteras ministeriales ofrecidas, aunque insisten en que “seguimos intentándolo”. Pese a la prudencia de los socialistas, Calvo reconoció este martes que se había ofrecido la citada vicepresidencia a su portavoz parlamentaria, Irene Montero, después de que el propio Pablo Iglesias diese un paso atrás a finales de la semana pasada: “Para ellos era muy importante que otra persona muy importante en su liderazgo estuviera en un rango muy importante del Gobierno, y eso fue aceptado, no ha habido vetos”. Al parecer, esta oferta se habría dejado caer en la reunión que los negociadores de ambas partes celebraron el pasado domingo hasta la medianoche.
“Nos sentamos desde el primer momento con la mejor voluntad, para proponer, ceder e ir avanzando de manera prudente y discreta”, señaló la dirigente socialista, lamentando que Unidas Podemos considere sus propuestas “decorativas y menores”, ya que, a su criterio, sí son “muy atractivas” para una formación de izquierdas.
Antes de que diese comienzo el debate de investidura este mismo lunes, Calvo llamó a Echenique para volver a reunirse y conocer la opinión de Unidas Podemos. Sin embargo, sintió que había vuelto “al principio de las negociaciones”, pues la respuesta no fue la esperada. “¡No nos vamos a dejar pisotear ni humillar por nadie!”, clamaba Pablo Iglesias desde la tribuna del Congreso horas después.
Sánchez ha convocado a la ejecutiva federal del PSOE para que se reúna este miércoles en Ferraz, con el fin de convocar una consulta a la militancia socialista para que ratifique a posteriori, este sábado o domingo, un posible acuerdo de coalición con Unidas Podemos.