El PNV se refuerza y seguirá al frente de la Lehendakaritza, aunque necesitará el apoyo del PSE

LHD-LHV

Íñigo Urkullu seguirá al frente del Gobierno Vasco gracias a un resultado electoral más contundente que hace cuatro años. Con el 96% de los votos escrutados, el PNV obtiene 31 escaños, a 7 de la mayoría absoluta por lo que tendrá que pedir nuevamente el apoyo de los socialistas. EH Bildu consigue uno de sus mejores resultados históricos y pasa de 18 a 21 escaños. El PSOE vasco de Idoia Mendia recupera la tercera plaza y obtiene 10 escaños, uno más que en el 2016. Entre los perdedores se encuentran Podemos que cae de 11 a 6 diputados y el PP que en su suma con Ciudadanos solo obtiene 6 actas parlamentarias.

El todopoderoso Partido Nacionalista Vasco seguirá gobernando en Euskadi gracias a un buen resultado electoral. Con el 90% del voto escrutado, el partido de Urkullu obtiene 31 escaños, dos más que los que obtuvo en el año 2016. No alcanza la mayoría absoluta, que se sitúa en los 38 escaños, pero podrá reeditar su acuerdo con el PSOE con quien suman mayoría absoluta.

EH Bildu obtiene uno de sus mejores resultados con 21 escaños. La candidata Maddalen Iriarte que a la llegada al colegio electoral animaba a “votar por responsabilidad” se convierte en otra de las grandes triunfadoras de la noche.

El parlamento vasco, conformado por 75 escaños, estará ocupado por 53 representantes de partidos nacionalistas lo que no deja de ser un dato que debe dar que pensar a los partidos de ámbito nacional.

El PSOE de Idoia Mendia acaba arañando un diputado más de los que tenía y llega a la decena de actas parlamentarias. Las encuestas daban más apoyos a los socialistas, por lo que el resultado final supone una pequeña decepción. Pero los socialistas salen de estas elecciones con sus fuerzas intactas. Quienes los que veían estos comicios en clave nacional, fracasan en su intento de que el Gobierno de Pedro Sánchez se debilite ya que no es así. Al menos por la parte socialista, por la parte de Iglesias la cosa pinta de otra manera no tan buena.

La noche fue un auténtico desastre para Podemos y para el Partido Popular. Los de Iglesias pasan de 11 escaños que sacó en el 2016 a 6, un importante descalabro electoral. Se suma este mal resultado al de las elecciones gallegas donde los morados pasan de ser segunda fuerza en el parlamento a desaparecer del mismo. Iglesias estará en la vicepresidencia del Gobierno, pero su formación se diluye a pasos agigantados.

Lo del Partido Popular es un tema aparte. Carlos Iturgaiz fracasa y con él, quien le puso, Pablo Casado. No ha funcionado su acuerdo electoral con Ciudadanos, ni ha llegado el mensaje del PP al electorado. Y el resultado es un batacazo sin paliativos. La coalición de PP y C’s se queda en seis parlamentarios y su presencia en una cámara con 75 diputados es muy minoritaria.

Mala noche para el líder de la calle Génova que ve como triunfa en Galicia Feijóo, que podría sucederle en un futuro no muy lejano, y su candidato fracasa.

Vox consigue colarse en el parlamento con un escaño por Álava, tierra de su líder Santiago Abascal por lo que la ultraderecha puede vender su escaño como un auténtico triunfo. A pesar de que sería el escaño más ‘barato’ de la historia de las elecciones en el País Vasco ya que se conseguiría con poco más de 3.000 votos.