El ministro del Interior ha visitado un centro de formación a la mujer prostituida por la trata de personas

En 2019, las Fuerzas de Seguridad del Estado liberaron a 418 mujeres víctimas de las redes de trata de personas con fines de explotación sexual y detuvieron a 1.030 presuntos miembros de estas organizaciones criminales.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha visitado este jueves el centro de formación que gestiona en Madrid la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (APRAMP), con cuya junta directiva ha analizado la situación de las mujeres víctimas de las redes de trata de personas con fines de explotación sexual. El ministro ha abogado por seguir reforzando las relaciones de colaboración existentes entre este tipo de organizaciones sociales y las Fuerzas de Seguridad del Estado.

“La protección de las víctimas de trata con fines de explotación sexual no se agota con el encomiable trabajo de Policía Nacional y Guardia Civil; cuando son liberadas de las garras de estas organizaciones criminales, debemos facilitarles los recursos necesarios para que puedan recuperar su vida, y asociaciones como APRAMP nos ayudan a identificar a las mujeres atrapadas por estas redes y les facilitan recursos seguros para que recobren su dignidad”, ha explicado el ministro.  

El 30 de julio es el Día Mundial contra la Trata de Personas, fecha designada en 2013 por la Asamblea General de Naciones Unidas para “concienciar sobre la situación de las víctimas de trata y promocionar y proteger sus derechos”.

En el encuentro, Grande-Marlaska ha podido asimismo conocer de primera mano el testimonio de varias de las mujeres víctimas de trata que fueron acogidas por APRAMP y que ahora participan en los proyectos de la asociación.

APRAMP es miembro de la Red Española contra la trata de personas, que aglutina a más de setenta asociaciones y entidades de la sociedad civil, por lo que participa junto a los principales actores de la Administración General del Estado con competencias en la materia en las reuniones trimestrales que convoca la relatora nacional para la trata de seres humanos, cargo que recae en la directora del Gabinete del secretario de Estado de Seguridad.

OPERACIONES EN 2019

En 2019, las Fuerzas de Seguridad del Estado liberaron a 418 mujeres víctimas de las redes de trata de personas con fines de explotación sexual. La labor policial permitió impulsar 533 investigaciones que se saldaron con la detención de 1.030 presuntos miembros de estas organizaciones criminales.

La explotación sexual no es el único objetivo perseguido por la red de trata de personas. El pasado año, 428 personas fueron rescatadas de las tramas que las habían traído a España con fines de explotación laboral.

A estas cifras hay que añadir el resto de la actividad policial contra los grupos organizados que fuerzan el traslado a España de personas para cometer delitos o ejercer la mendicidad para enriquecimiento de los tratantes de personas, así como de niñas que obligadas a contraer un matrimonio forzado aceptado por ciertas culturas o religiones.

ACTUACIONES DURANTE EL ESTADO DE ALARMA

El estado de alarma decretado el 14 de marzo de 2020 para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19 supuso un notable cambio en todas las dinámicas criminales, incluida la trata de seres humanos. El confinamiento afectó en mayor medida a las víctimas más vulnerables, como las mujeres atrapadas en los espacios donde estaban siendo explotadas sexualmente, que cerraron sus puertas, pero no cesaron su actividad.

Por ese motivo, Policía Nacional y Guardia Civil reforzaron durante esa etapa las inspecciones preventivas en lugares con riesgo de producirse la explotación en cualquiera de sus ámbitos, lo que ha permitido a las unidades de ambos cuerpos realizar al menos 133 operaciones contra grupos organizados que se saldaron con la detención de 196 traficantes de seres humanos y la liberación de 215 víctimas.

Grande-Marlaska ha destacado que la visita al taller laboral de APRAMP le ha permitido “escuchar la realidad que viven las víctimas de trata en la voz de las propias supervivientes”, un elemento valioso a la hora de impulsar futuras normas, protocolos o planes de prevención y persecución de la trata de seres humanos “porque son testimonios que nos dan un punto de vista real y actual de su situación, de sus necesidades y de las circunstancias que les han llevado a esta dramática situación”. 

El ministro del Interior ha insistido en la necesidad de estrechar las relaciones que las unidades operativas y de investigación de Policía Nacional y Guardia Civil ya mantienen con organizaciones como APRAMP para que la ayuda a las víctimas de la trata de personas pueda prestarse de manera de manera rápida y efectiva, y que éstas “recuperen cuanto antes su libertad, su dignidad y su autonomía, y puedan emprender una nueva vida independizadas de sus explotadores”.