300 kilos de pescado: un "hito", una limosna o un peaje politico

La aduana comercial sigue en "funcionamiento" con la segunda importación de pescado desde Marruecos. Un camión con 300 kilos de pescado variado cruzó la frontera del Tarajal el jueves (27) por la tarde.

La Delegación del Gobierno insiste en que el tránsito de mercancías por este paso aduanero se está "normalizando" poco a poco, aunque genera dudas sobre su impacto real en el mercado local.

Los pescaderos de la plaza muestran escepticismo ante una posible bajada de precios o un cambio significativo en la oferta. Uno de ellos, al ser consultado, expresó su desconfianza sobre el efecto de estas importaciones en el sector, señalando que esta llegada de pescado marroquí no representa una transformación significativa. "300 kilos para una ciudad como Ceuta es más bien simbólico que otra cosa", comentaba un comerciante, dejando claro que no cambiará la dinámica del mercado.

Lejos de representar un avance en la economía local, esta importación parece más bien una muestra de voluntad política que una medida con efectos reales. En la calle, el mensaje de la Delegación del Gobierno no convence, y entre los consumidores y pescaderos prevalece la sensación de que se está vendiendo como un logro lo que en realidad es una cantidad anecdótica.

Mientras Ceuta sigue analizando los efectos de esta apertura comercial y haciéndonos comulgar con ruedas de molino, en Melilla la situación es distinta. Allí se han reportado problemas para la entrada de pescado desde Marruecos, lo que ha generado tensión en el comercio local. La comparación entre ambas ciudades podría definir el futuro de las relaciones comerciales con el país vecino.

Además, los datos reflejan que este tránsito de mercancías aún es simbólico si se compara con lo que ocurre en otras aduanas comerciales. Expertos advierten que la clave para el éxito de este proceso será consolidar un flujo constante y regular de productos sin afectar la actividad de los pescaderos locales.

Con la aduana operativa y las importaciones ganando ritmo, la comunidad pesquera local y los consumidores siguen atentos a los próximos pasos. Queda por ver si esta apertura repercutirá en la accesibilidad y precios del pescado o si, como temen algunos comerciantes, se quedará en una medida testimonial sin impacto real.