Ceuta roza las 300 toneladas los residuos electrónicos y de aparatos eléctricos
Ceuta experimenta uno de los mayores incrementos en materia de recogida de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos de toda España.
La Fundación Ecolec, ha gestionado en la Ciudad Autónoma de Ceuta la cifra de 297 toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), gestionados durante 2021, lo que supone un incremento del 191% con respecto al año anterior, en el que se gestionaron 102 toneladas.
Para Luis Moreno, director general de Fundación ECOLEC, con dato señala que:
“Pone en valor el esfuerzo hecho por toda la ciudadanía ceutí que, tras dos años tan atípicos como han sido el 20 y el 21, han conseguido aumentar el número de kilos reciclados y gestionados aportando su granito de arena a la sostenibilidad y el bienestar del Medio Ambiente”.
También es destacable el de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla que se sitúan como los territorios nacionales en los que se ha registrado un mayor incremento en la recogida de RAEE en 2021, un 191% y un 210%, respectivamente.
Importancia de reciclar la basura electrónica
Cada año se generan cerca de 50 millones de toneladas de residuos electrónicos en el mundo, siendo el tipo de residuo que más aumenta debido entre otras razones al consumo masivo de aparatos eléctricos y electrónicos, la digitalización y los avances tecnológicos. Según E-Waste Monitor 2020 se estima que en 2050 podrían producirse 100 millones de toneladas de estos residuos, siendo su tasa de reciclaje inferior al 20 por ciento en la actualidad.
Luis Moreno, ha recalcado que:
“Hay muchas evidencias que demuestra que el reciclaje de nuestros RAEE es esencial. Por ejemplo, un frigorífico mal reciclado emite a la atmósfera gases de efecto invernadero equivalentes a las emisiones de un coche en 15.000 kilómetros”.
Además, ha querido hacer especial hincapié en que:
“Las consecuencias de no reciclar correctamente nuestros aparatos electrónicos cuando dejan de funcionar se agravan en aquellos puntos del Planeta donde la extracción de materias primas para fabricar estos productos produce graves impactos sociales y medioambientales”.
Todos los dispositivos eléctricos que se usan en el día a día pueden tener una segunda vida si se reciclan correctamente. Cada usuario se convierte en el actor principal de un proceso en el que se puede dar un final apropiado que, por un lado, ofrezca la posibilidad de su reutilización y, por otra parte, ayude a un desmontaje y una descontaminación sostenible, responsable y respetuosa con el Medio Ambiente.