A la espera de conocer cuál será el grado de regeneración natural del bosque mediterráneo en la zona quemada, los técnicos de la sociedad, han definido un Plan de replantación de la vegetación natural autóctona de este enclave, en el cual, se ha propuesto reforestar con ejemplares de alcornocal, teniendo en cuenta la vegetación existente antes del incendio y basándose en los aledaños a la zona afectada por el fuego.
Además, teniendo en cuenta en los lugares con mayor cantidad de agua del suelo que vuelve a la atmósfera como consecuencia de la evaporación y de la transpiración de las plantas (evapotranspiración) y suelos más pobres, los técnicos consideran replantar ciprés de Cartagena o tuya de Berbería (Rif). Otra conífera idónea, dicen, sería la Sabina negral, mora o suave (marítima o costera; árbol que fuera de la zona mediterránea solo habita en la isla del Hierro), así como, la Efedra (planta arbusto), que se aprecia en los acantilados próximos.
Otra de las coníferas que sugieren en la planificación, sería reforzar las poblaciones continuas de acacias exóticas, también conocidas como “mimosas o planta vergonzosa o no me toques”, por más ejemplares de los pinos ya presentes, bien adaptados a este entorno.
En los lugares con mayor disponibilidad edáfica (respecto al clima y referente al suelo), se pretende reforestar con la especie arbórea principal de Ceuta, el alcornoque, acompañándolo de otras como acebuches, madroños y majuelos.
Transcurrido el periodo estival, comenzará la reforestación prevista por la Consejería de Medio Ambiente, donde se incluirá la tala de los ejemplares calcinados, el decopado de los árboles afectados y el desbroce de los zarzales.
Las tareas de reforestar, tras conocerse el grado de regeneración natural, serán entre octubre y noviembre, teniendo en cuenta que, el terreno del monte retiene poca agua y es conveniente al menos que llueva.