El coronel Manso y el brigada Seglar de la Bandera

El “Viernes Regular” fue presidido por el teniente general de la Fuerza Terrestre

Durante el acto, se homenajeó al coronel Luis Manso, militar conocido por la mayoría de los ceutíes.

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El viernes día 4 de octubre, tuvo lugar en el acuartelamiento “González Tablas”, la tradicional formación militar de “Viernes Regular” que, de forma periódica, lleva a cabo el Grupo Regulares de Ceuta nº 54. Este acto recuerda las gestas y las glorias cosechadas por nuestros antecesores y se rinde homenaje a todos aquellos soldados que, vistiendo el uniforme de estas fuerzas, dieron su vida por España a lo largo de su historia.

Dicho acto estuvo presidido por el teniente general de la Fuerza Terrestre, Juan Gómez de Salazar Mínguez, al que acompaño la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos y el Comandante General, Luis Cebrián. Aparte de otras autoridades civiles y militares e invitados.

Además de constituir una forma de expresión externa de los valores, tradiciones, usos y costumbres de los Regulares, se llevará a cabo un homenaje al coronel Luis Manso, insigne Regular y figura conocida por la mayoría de los ceutíes por su apoyo a la difusión de la historia militar desde hace años desde su dirección del Aula de Cultura Militar “Alonso Alcaide”, quien se despedirá de la Bandera más condecorada del Ejército español, al igual que el brigada Francisco Seglar, quien pasa a la situación de reserva.

La parada estuvo al mando del teniente coronel jefe del Tabor ‘Tetuán’ I/54 y en la formación participaron: Escuadra de Gastadores del Tabor; Nuba de Guerra del Grupo; Unidad de Música del BCG de la COMGECEU; Mando y Plana Mayor del Tabor y cuatro compañías del mismo.

La secuencia de los actos comenzó por rendir honores al teniente general de la Fuerza Terrestre, continuando por la despedida del coronel Manso y del brigada Seglar de la Bandera y, tras la alocución del coronel de Regulares, se rindió honores a los que dieron su vida por España. Finalizado este se entonó el Himno de Regulares y la consigna: “Fiel Regular, hasta morir”. Con el desfile y la despedida por el general de los Cuadros de Mando participantes en el mismo finó el acto. 


Alocución del coronel de Regulares, Alfonso Javier Bueno Ramiro


El coronel Bueno de Vayan agradeció a todos los presentes al acto de Viernes Regular.

Antes del acto militar, se inauguró en el museo en presencia de su hijo, una vitrina con las pertenecías del general Palacios Cueto, capitán del GFR de Infantería nº 6 cuando marchó a tierras rusas, donde combatió y fue hecho prisionero, padeciendo 11 años de cautiverio junto a otros muchos españoles, regresando finalmente a España en 1953. Último condecorado con la Cruz Laureada de San Fernando, su hazaña quedó reflejada en la famosa novela de Torcuato Luca de Tena: Embajador en el infierno.

El coronel Bueno despidió al coronel con treinta años de servicio en Regulares y Regular de Honor, Luis Manso, quien recordó su hoja de servicios, indicando que cuando formo parte de Regulares muchos de sus superiores y subordinados eran veteranos de guerra, condecorados con la medalla militar individual y alguno que otro la laureada. Predecesores de la que “dieron tanta gloria a esta Unidad. Has visto cómo llegaba la independencia de Marruecos y el repliegue progresivo de nuestras unidades a Ceuta, donde ocuparon distintos acuartelamientos, aparte en esa década también, viste cómo se construía la nueva puerta principal de este acuartelamiento, conocida como Puerta de Toledo, al ser una réplica de la Puerta de Bisagra de esa ciudad imperial, cuna del Arma de Infantería”.

Bueno siguió relatando la efeméride de los 108 años de creación de las Fuerzas Regulares a los componentes del Grupo que está basado en los tres pilares que definió el fundador Dámaso Berenguer: Instrucción intensa, disciplina extrema y trato cercano.

Ya por último el coronel recordó la instrucción intensa como base de la preparación constante para estar siempre en la vanguardia, en los puestos de mayor riesgo y fatiga y no olvido la disciplina extrema como rezan las ordenanzas para todos. Identifico al Tarbuch como prenda que “nos distingue e identifica en cualquier lugar y circunstancia”, aunó a esforzarse al máximo en cada tarea para que “lo individual sume y contribuya a hacer mejor nuestra Unidad”.

El discurso finalizo con las vivas a España, al Rey y a Regulares.