La fragata “Santa María” regresa a Rota tras cuatro meses en aguas del Índico
Tras sufrir un incendio dos días antes de partir a la misión, la fragata pudo recuperarse de los daños causados en tan solo cuatro semanas e incorporarse a la que ha sido su cuarta participación en los últimos doce años.
El jueves 23 de febrero, la fragata “Santa María”, al mando del CF Alfonso Moreno Cividanes, ha regresado a su base en Rota tras casi cuatro meses de despliegue y tres operando en aguas del océano Índico Occidental, proporcionando seguridad marítima en la zona.
La ceremonia de llegada fue presidida por el almirante de la flota que en una breve alocución felicitó a la dotación por el éxito de su misión y les encomendó que, a su llegada, disfrutaran de un descanso merecido en compañía de sus familias.
El objetivo principal de esta misión de la UE es erradicar la piratería y proteger a los buques del Programa Mundial de Alimentos (WFP) y otros buques vulnerables. Además, los buques también monitorizan otras actividades ilícitas como la pesca ilegal o los tráficos ilícitos, que dificultan y ralentizan el desarrollo de algunos países de la región.
Durante la operación, la fragata “Santa María” ha navegado más de 20.000 millas en aguas de los mares Mediterráneo, Rojo y Arábigo, los golfos de Adén y de Omán, la cuenca de Somalia y el océano Índico, visitando numerosos puertos y contribuyendo a la mejora de las estructuras de seguridad marítima de los países regionales.
Entre las acciones más destacadas, además de su misión permanente de monitorización, vigilancia y comprensión del cambiante entorno marítimo, destaca el auxilio prestado a un pescador local que había permanecido dos semanas en alta mar con una fractura, así como la escolta al buque del WFP “Zerhah” en el Cuerno de África. El personal de la fragata ha adiestrado a equipos de la Policía Marítima de Mogadiscio y de la Policía Marítima de Puntland, y colaborado con la Guardia Costera de Seychelles en operaciones de seguridad marítima.
Durante el despliegue compartió la última misión del avión de patrulla marítima P-3 Orión en la operación “Atalanta” que, tras 50 años de servicio y más de 83.000 horas de vuelo será dado de baja y sustituido por el modelo C-295 en la operación.
El buque contó con amplias capacidades embarcadas: un equipo de guerra naval espacial, una unidad aérea embarcada compuesta por un helicóptero AB-212 y un sistema UAV SCAN EAGLE, así como un equipo médico (ROLE-2) capaz de realizar intervenciones quirúrgicas a bordo. Como buque de mando de la operación, embarcó a los estados mayores de las 41ª y 42ª rotaciones al mando de un almirante portugués.
Durante su tránsito de regreso por el Mediterráneo escoltó al Buque de Aprovisionamiento en Combate (BAC) “Cantabria” en su regreso a territorio nacional, tras su participación en el despliegue “Dédalo 23” y prestado apoyo a la emergencia humanitaria en la costa de Turquía, afectada por los terremotos del 6 de febrero de este año.
La fragata ‘Santa María’, primera de las seis fragatas de su clase que componen la 41ª Escuadrilla de Escoltas, está basada en Rota. El buque toma su nombre en recuerdo de la Nao “Santa María”, que junto con las carabelas “Pinta” y “Niña”, participó del descubrimiento de América como nao capitana de Cristóbal Colón. Se entregó a la Armada el 12 de octubre de 1986 y, en sus 36 años de servicio, ha participado en más de 20 misiones internacionales, entre las que destacan “Libertad Duradera”, “Sophia” y la propia “Atalanta”, mostrando el compromiso de España con la seguridad marítima en una multitud de escenarios.