Caballería iza bandera en el Baluarte por su patrón Santiago Apóstol
A las doce del mediodía del jueves 25 de julio, día del Apóstol Santiago, Patrón de España, Galicia y del Arma de Caballería del Ejército de Tierra, en el conjunto monumental de las Murallas Reales, tuvo lugar un solemne acto de izado de bandera, organizado por la Comandancia General, a propuesta de la Delegación del Gobierno de Ceuta y con la presencia del Gobierno de la Ciudad.
La noche anterior, se celebró delante de la Comandancia General, un arriado de bandera previo al aniversario del Arma.
Una Sección de Honores del 2º Escuadrón del Grupo “Cazadores de África” del Regimiento de Caballería, Montesa número 3, con Banda de Guerra de clarines, al mando del teniente, Germán Del Pozo Jiménez, fue la encargada de la ejecución del izado, el cual se hizo en el Baluarte de la Bandera, ante la presidencia, situada en la plaza de Santiago (Centro Gallego), dando cara al mencionado Baluarte. La sección finó con un desfile ante la autoridad.
Para dar paso al izado, se dio el tradicional cañonazo del mediodía por el sargento Borja López, al mando de la pieza y dos artilleros del Regimiento Mixto de Artillería número 30, una tradición secular de la ciudad, el cual se efectuó en la entrada a dicha plaza.
El cañonazo se remonta a la Edad Media y entre los motivos por los que se realizaban “las salvas a cañón”, eran en honor a visitas reales, como también para dar alerta sobre posibles enemigos o alertar de la presencia de embarcaciones enemigas o de piratas. Y por último para la apertura y cierre de las puertas de la ciudad y al mediodía indicaba la hora del rezo del ángelus y almuerzo.
Izado de bandera
La enseña nacional fue adoptada como pabellón real en 1785, con el rey Carlos III, y fue en 1843, cuando la reina Isabel II la instauró por real decreto como bandera nacional de España. Hoy esta bandera se iza en honor a Santiago Apóstol, patrón de España. Ya desde el siglo IX todos los reyes que han participado en la Reconquista, le otorgaron este honor y establecieron el voto de Santiago, que consistía en que las tierras reconquistadas debían hacer una ofrenda obligatoria de bienes en la catedral de Santiago de Compostela, de agradecimiento por la intercesión del apóstol. Siempre se le representa vestido de peregrino o como un soldado montado en un caballo blanco en actitud bélica.