El Rey: Los españoles vuelven a sentiros muy próximos, en momentos de gran necesidad
Los reyes presidieron en el Palacio Real de Madrid la tradicional celebración de la Pascua Militar, una ceremonia profundamente enraizada en la vida castrense española.
Los reyes Felipe y Letizia fueron recibidos, tras su llegada a la plaza de la Almudena, por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, seguidamente accedieron a la plaza de la Armería del Palacio Real de Madrid recibiendo el saludo de los titulares de Defensa e Interior, el jefe de Estado Mayor de la Defensa y el jefe del Cuarto Militar.
Don Felipe y Doña Letizia ocuparon su lugar en el Salón del Trono y accedieron los representantes de las comisiones. Tras el saludo el Rey impuso condecoraciones a diferentes miembros de las comisiones militares y se produjo la intervención de la ministra de Defensa.
Además, don Felipe quiso destacar el orgullo de la sociedad española hacia la Institución Militar diciendo:
“En muchas situaciones vividas este año, los españoles también os han vuelto a sentir muy próximos, compartiendo sus mismos desvelos, asistiendo con personal y medios para superar momentos de emergencia o gran necesidad”.
Tras las palabras del Rey, el acto concluyó con un breve encuentro con las autoridades y asistentes durante unos minutos en el Salón de Columnas del Palacio Real.
La Pascua Militar
La celebración de la Pascua Militar constituye un solemne acto castrense con el que se inicia el año militar. En dicho acto se realiza un balance de las vicisitudes del año anterior y se marcan las líneas de acción que se desarrollarán en el siguiente. Además, se imponen condecoraciones militares a aquellos civiles y miembros de las Fuerzas Armadas que se han hecho acreedores de ellas durante el año vencido.
El origen de la Pascua Militar se remonta al reinado de Carlos III, cuando, el 6 de enero de 1782, se recuperó la localidad menorquina de Mahón, que se hallaba en poder de los ingleses. Como expresión de júbilo, Carlos III ordenó a los virreyes, capitanes generales, gobernadores y comandantes militares que, en la fiesta de la Epifanía, reuniesen a las guarniciones y notificasen en su nombre a jefes y oficiales de los ejércitos su felicitación”.