Ruta cultural por Manzanares y Membrilla
La cultura no está limitada a un espacio geográfico ni pertenece a un sector social con exclusividad. Junto a la Educación o la Ciencia, se caracterizan por una serie de coordenadas entre la que está una fundamental, la libertad.
El pasado domingo 13 de septiembre, como continuación de las actividades relacionadas con la presentación del número 5 de la revista, Raíz y Rama en su colección literaria “Noches Estivales”, que dirige la escritora y poeta Isabel Villalta, nacida en Membrilla y con residencia en Manzanares, un grupo de personas, en su mayoría vinculadas a la publicación como colaboradores, entre los que se incluye quien suscribe este artículo desarrollamos una ruta cultural por estas localidades de la provincia de Ciudad Real, organizada por la escritora.
Este artículo pretende resaltar lo importante que fue todo lo visitado y el interés que cada lugar contiene. A ello se unen los contenidos de la revista, donde el compromiso e importante trabajo desarrollado por los colaboradores que han escrito, han dejado una importante huella junto a los valores de la unidad en los tiempos de pandemia que estamos padeciendo.
En Manzanares: pórtico de la fachada de la iglesia de la Asunción, fachada del antiguo instituto laboral, museo del queso y archivo Sánchez Mejías y sede de la peña Ignacio Sánchez-Mejias incluida en la plaza de toros
Frente a la fachada principal de la Iglesia de la Asunción, Isabel Villalta, dedicada entre sus actividades de escritora a la investigación etimológica, realizó una interesante explicación del bello pórtico renacentista de estilo plateresco que luce adornando de forma didáctica la entrada al templo. Se trata, como primeramente señaló, de un abigarrado conjunto de figuras bíblicas talladas en piedra distribuidas en un tímpano y un arco con tres arquivoltas. En la parte inferior hay una representación de figuras zoomorfas que representan lo terrenal y la entrada a la gruta, al interior del templo donde hallar la purificación.
El conjunto, hizo observar nuestra guía, está concebido como un paisaje montañoso, donde dios es el centro que, en toponimia, significa “máxima altitud” y señaló ejemplos de lugares situados sobre o en torno a este tipo de orografía, donde aparece en diferentes variantes la raíz etimológica di- como por ejemplo Diógenes (Mina Diógenes, en Sierra Madrona) o Tione di Trento (localidad en los Alpes italianos).
Por su parte, continuó informando la escritora san, santo significa elevación menor. Señaló la estudiosa comparadamente, topónimos ahora con esa raíz etimológica como Santisteban del Puerto (Jaén) o Santoña (Cantabria).
Una observación del conjunto artístico visto desde esa realidad lingüística realmente singular e ilustrativa. La construcción de la iglesia de la Asunción data de 1520, es decir, este año, el monumento cumple quinientos años.
Siguiendo en esta localidad nos dirigimos al edificio que fue Instituto Laboral, en la calle del Carmen, donde una placa indica que allí pernoctó Sta. Teresa de Jesús en una de sus dependencias, cuando la monja, escritora y doctora de la iglesia, realizaba sus viajes fundacionales de la Orden del Carmelo. Aquí estudiaron el bachillerato diversas generaciones de nuestra provincia
Muy cerca de allí estuvimos visitando el museo del queso y el archivo Sánchez Mejías sobre el torero fallecido en la plaza de toros de Manzanares, Ignacio Sánchez Mejías. Ambos lugares se encuentran situados en la Casa Malpica de la Calla Monjas, que data del siglo XVII. El museo es una síntesis de la importancia ganadera de esta población, desde milenios atrás, pero fundamentalmente en la Edad Media con la creación de la Mesta en el siglo XIII. Por sus terrenos, una vez finalizada la Reconquista, se produjo la construcción del castillo de Pilas Bonas. Por aquí pasaban las Cañada Real de Soria y la Conquense. En la Edad del Hierro y del Bronce nos encontramos con los primeros indicios del queso manchego. De un modo didáctico y claro el visitante recibe toda la información siguiendo los paneles ilustrativos.
Concertada la visita por nuestra compañera Isabel Villalta, nos desplazamos ahora a la plaza de toros. En la sede de la Peña Taurina “Ignacio Sánchez Mejías nos recibieron su presidente, Francisco Jiménez, Paco para los amigos, y su compañero Santi. Después de haber visto el archivo del torero, y una vez que finalizamos esta visita, considero que ambas no deberían estar separadas, sino realizarse la una tras la otra.
Desde la entrada apreciamos una perfecta corrección de trato, un gran conocimiento del arte del toreo y una reverencia casi sagrada a la figura que le da nombre a la Peña. Nos explicaron cuanta cuelga de las paredes de la sede, fotos, carteles, divisas…; atendieron nuestras preguntas con resuelto conocimiento y devoción; nos mostraron el coso completo, capilla, toriles, enfermería…; Paco nos indicó en el ruedo el sitio exacto donde ocurrió la cogida… El silencio y el dolor por el torero amigo que Federico imprime a su estremecedor poema, se coló en nuestros huesos.
A las cinco de la tarde. Eran las cinco en punto de la tarde. Un niño trajo la blanca sábana a las cinco de la tarde. Una espuerta de cal ya derramada a las cinco de la tarde. Lo demás era muerte y solo muerte a las cinco de la tarde…
Isabel Villalta, tras esta visita, también escribió un poema que, en agradecimiento, remitió a la Peña y que Paco, pidiéndole respetuosamente permiso, subió junto a una fotografía que nos tomaron en el ruedo al Facebook de la Peña.
Nos abrieron la sede. Son dos hombres amantes del toreo. Paco y Santi. Traíamos chispazos del fuego de los ojos de Ignacio Sánchez-Mejías. La sede multiplica por todos los chispazos…
En Membrilla: Parque, templete de la música, ermita, cerro del Espino y molino de Rezuelo
En la zona de aparcamientos del Espino nos fuimos encontrando con otros amigos citados que se unían aquí a la ruta cultural. Un representante del PSOE de la localidad, Ramón Fernandez, Cosme Jiménez Villahermosa, Antonio Arroyo Villa y Mary Cati Alumbreros. No pudieron venir por motivos personales el señor alcalde ni el presidente de la Hermandad de la Virgen del Espino, así como tampoco otros miembros del PSOE. Todos ellos se disculparon amablemente.
Menos uno del grupo, todos éramos de Membrilla, aquí nacimos y algunos aquí siguen residiendo.
Tras deambular gratamente por los paseos, arbolados y hacer unas apreciaciones nostálgicas del bello templete de la música, donde en nuestra infancia y juventud tocaba la banda de música, dirigida por los maestros don Emilio Cano, don Andrés Crespo o don Rafael Cano, subimos al emblemático cerro. A medio camino en su breve ladera visitamos la ermita de la patrona. Escalamos después por unas cómodas escaleras hacia su máxima altura. Aquí estaba el símbolo principal de la visita.
Ejercí de presentador de la persona del Ministerio de Educación que nos acompañaba e hice una semblanza de cada uno de los presentes. Aquí, los más informados expusieron aspectos relacionados con el lugar y la extensa panorámica que desde su altura se divisa.
Isabel Villalta nos sitúa históricamente. Estamos en una motilla típica de la Mancha, poblada en la Edad del Bronce (entre unos 4.000 y 700 a.C). Ese fue el origen de Membrilla. La investigadora, que tiene dos libros publicados sobre el tema El topónimo Membrilla y su gentilicio membrillato (2005) y El río Azuer desde el origen de su nombre (2013), señala cómo el río (el Azuer) hizo, además, junto a la estratégica elevación de defensa y otero donde nos encontramos, poder de atracción para aquel asentamiento humano original, perdido en la memoria de los tiempos, donde el agua es fundamental para la supervivencia. Después de pasar aquellas civilizaciones ibérico oretanas, explica, por estos relieves geográficos pasaron los romanos y más tarde los árabes. Si en las primeras lenguas de origen indoeuropeo se llamó al cerro Marmaria “elevación firme” y por aproximación física a su poblado, los romanos lo llamaron Mamula (pequeña mama), explicó Isabel Villalta, nombre que fue evolucionando a Mambla, Mamblella, Mamblilla con la desaparición del latín convertido en romance castellano, hasta dar el nombre actual Membrilla.
Mucho más tarde, los árabes, en su invasión de la península Ibérica en el siglo VIII, sobre el cerro erigieron una fortaleza, el castillo del Tocón. Era, continuó la estudiosa, un baluarte de refresco de las tropas y defensa. Ocurrida la Reconquista en el siglo
Desde el otero del Cerro se domina en todo su alrededor amplios valles, así como la hebra del río, el agua necesaria, y tribus asentadas, ejércitos en su desplazamiento y hombres nómadas tenían como referencia el Cerro, la Motilla, la Mamula, el Tocón, el Espino, señala Isabel Villalta, porque, como antes Marmaria, estos son los topónimos con los que se puede nombrar a lo largo de la historia una elevación de estas características.
La escritora de Membrilla despejó muchas dudas sobre el Cerro.
Cosme Jiménez Villahermosa, otro excelente ilustrado de la localidad, maestro y primer alcalde de la democracia en el municipio, así como un hombre curioso desde siempre por tantas cosas que atañen a su lugar de nacimiento, señaló que el año 1970 un grupo de amigos realizaron unas excavaciones cerca de la muralla todavía visibles del castillo. Descubrieron parte de la muralla subterránea, esto es, sobre la que estaba asentada la que se presentaba en superficie, así como algunos objetos de culto religioso. Lo cierto es, continuó, que ese intento de hallar vestigios reveladores de la importancia histórica del Cerro no siguió adelante. La ermita de la Virgen del Espino había crecido en su volumen desde el siglo XIII y el apoderamiento cristiano de España, y no interesaba solicitar a arqueología realizar catas y excavaciones a través de las que descubrir su pasado. Y los muros de la ermita fueron absorbiendo, junto a la acción destructora del tiempo, los restos de un castillo medieval de que nuestra memoria infantil conserva recuerdos.
Antonio Arroyo Villa, por su parte, hizo notar cómo en el cuadro conservado sobre Membrilla, realizado por el pintor italiano Pier María Baldí en el siglo XVII, cuando acompañaba a Cosme de Médicis en sus viajes por España, aunque en ruinas, se aprecia todavía el relativamente soberbio volumen del castillo. Igualmente señaló cómo en la perspectiva que el artista hizo de la población se aprecian murallas. Intervino ahora Isabel para recordar que los siglos XVI y XVII fueron de oleadas de peste, pandemias que se extendieron por toda España y Europa, y las autoridades locales mandaban levantar murallas que contuvieran la epidemia y no penetrara en las poblaciones (en el número de la revista Raíz y Rama recién aparecido, de la colección “Noches Estivales”, Isabel aporta una extensa investigación sobre pandemias de la historia; un estudio realizado a propósito de la que actualmente estamos padeciendo). Arroyo Villa señaló ahora a la torre del reloj, otra magnífica seña de identidad de Membrilla, construida en estilo de alminar árabe. Durante su mandato como alcalde y ante su amenaza de ruina, la hizo derribar y levantar de nuevo idéntica, y con mayor altura que la original.
Antonio Arrollo Villa fue un alcalde preocupado por la cultura del pueblo. Entre muchas otras cosas, estuvo al frente de un intercambio cultural entre Membrilla y Tetuán, el año 2005, en el tiempo en que, este redactor, ejercía de maestro en la ciudad marroquí. La Diputación de Ciudad Real, con Nemesio de Lara como presidente, los consulados españoles en Tetuán y Tánger, así como otras instituciones educativas, como la Consejería de Educación de la Embajada de España en Marruecos y sin dejar de subrayar la íntegra colaboración del colegio español Jacinto Benavente, apoyaron el encuentro del que yo quise ser vínculo, resaltando una experiencia enriquecedora para las dos poblaciones europea y africana. Asistieron de Membrilla la Agrupación Musical “Maestro Emilio Cano”, que desfiló por las calles de Tetuán dejando en el aire sus magistrales ecos musicales, así como muchos otros representantes. La jota manchega desplegó también su zapateo, color y ritmo en el patio del colegio Jacinto Benavente y otras muchas más colaboraciones.
Aunque dejó muestra de ello en sus intervenciones, en la visita al Cerro, este domingo se destacó la importancia y capacidad de trabajo de la escritora Isabel Villalta, filóloga y poeta, que intelectual y culturalmente no deja de superar cualquier dificultad que se presente en su avance como escritora, gestora y activista cultural. La creación de su revista Raíz y Rama, a la que invita a otros autores, siempre vigilando la calidad de los escritos y su formación y méritos, y su dirección y coordinación rigurosas en favor de la excelencia y el prestigio de la publicación, son, entre sus libros exclusivamente personales, una muestra de la valía de esta mujer nacida en Membrilla, lugar donde sigue cuidando sus raíces en las explotaciones agrícolas de su familia o en la casa de sus padres, o en el interés cultural por la historia y patrimonio de su pueblo.
Del mismo modo se valoró la participación en la reunión cultural la honestidad demostrada por la ciudadana de Membrilla Mary Cati Alumbreros, funcionaria del Ministerio de Justicia, que a nuestra invitación a aunarse no se resistió.
Del mismo modo, el asesor de Alejandro Tiana, secretario de Estado de Educación, presente en el Encuentro, informó de forma clara y concisa de la situación en la que en estos momentos está el tema educativo. Explicó que el 27 de agosto pasado se llegó a un acuerdo entre las comunidades autónomas y el Ministerio de Educación sobre la presencialidad, seguridad y flexibilidad que van a regir en adelante en los centros. Informó igualmente sobre la nueva ley educativa que cuidará la atención a la diversidad, la que pretende ir en favor de una escuela inclusiva para atender las necesidades compensatorias de los alumnos más necesitados; una ley que superará a la Ley Wert que segregaba por sexos y socialmente. Está previsto, dijo, que se apruebe antes de Navidad.
Cerró las intervenciones en el Cerro el representante del PSOE de Membrilla, Ramón Fernández. Con claridad que demuestra su importante compromiso con la formación, y una hermosa metáfora, dijo que, si a la paloma le quitan una pluma, otra pluma, otra, termina por dejar de volar y muere. Es lo mismo que les pasa a los pueblos, en este caso Membrilla, si le quitan poco a poco su patrimonio. La Educación, la Cultura y la Sanidad, dijo acertadamente, son fundamentales para seguir vivos como población y sociedad.
Y yo apostillo, los valores culturales no se pueden perder; hay que incentivarlos.
Estamos seguros que con el apoyo del Ministerio de Educación en este encuentro y la participación de uno de sus asesores en la revista Raíz y Rama, cuya presentación el pasado 29 de agosto nos llevó hasta el domingo día 13 de septiembre pasado, todo puede ir mejor.
Cerramos la Ruta Cultural con una visita al molino de Rezuelo. Nuestra demora en tantas otras cosas nos cogió con su puerta cerrada, ya avanzado el mediodía. No obstante, Antonio Arroyo Villa explicó de forma breve desde fuera de su verja lo más significativo de un mo
Entre las intervenciones, reconozco que alguien también tuvo palabras de elogio para este que finaliza este artículo. Apreciaba en mi la generosidad, la asertividad y la honestidad. Gracias. Humildemente esas he querido siempre que sean mis divisas.
Nos despedimos cálidamente y cada uno se fue a comer a su casa, aunque un pequeño grupo lo hicimos en la finca del término de Membrilla “El Tomillar”. Cerramos así una magnífica jornada cultural en Manzanares y Membrilla.